Sánchez Cordero recurrió nuevamente a Twitter para hacer una alusión indirecta al video manipulado. “La vida sin trabajo y sin café no es vida. Y la vida sin humor, tampoco”
En sus últimas semanas en el Palacio de Covián, Olga Sánchez Cordero comenzó a despojarse de las solemnidades —más por su propio gusto que por recomendación de sus asesores— para adentrarse a la vorágine de las redes sociales.
Mientras fungió como secretaria de Gobernación usó su cuenta de Twitter para transmitir los mensajes de la Cuarta Transformación sin transgredir las pautas marcada por el equipo de Jesús Ramírez Cuevas. Desde que regresó a las tareas legislativas, hace seis meses, sus esfuerzos comunicacionales se han ampliado a TikTok.
Dirán sus cercanos que la intención es conectar con los jóvenes. Sus críticos, en cambio, suponen que en el círculo rojo importa más el mensaje que el medio. ¿Quién tendrá la razón? Esa es otra historia. Lo único cierto es que este fin de semana, la presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República fue víctima de una deepfake, con la burda alteración de un video mensaje emitido desde la casona de Xicoténcatl.
Ante la vileza, la elegancia. Sánchez Cordero recurrió nuevamente a Twitter para hacer una alusión indirecta al video manipulado. “La vida sin trabajo y sin café no es vida. Y la vida sin humor, tampoco”, escribió la ministra en retiro. Una fotografía suya frente a la computadora en su oficina y con un vaso alto ilustran su respuesta.
En la sesión plenaria de la bancada morenista, la ministra en retiro había expresado su solidaridad con sus compañeras de bancada, víctimas de bots y mercenarios digitales disfrazados de líderes de opinión. Ante los excesos —propuso— hay que mantener la cordura.
Por esas expresiones y lo que para un sector radical de legisladores pareció una defensa a Ricardo Monreal, Sánchez Cordero sufrió embates que antes padecieron Malú Mícher, Verónica Camino Farjat y Mónica Fernández Balboa.
Un mes de ojivas digitales, detonadas a raíz de la iniciativa monrealista de exigir la liberación del exsecretario técnico de la mesa directiva de la Cámara Alta, José Manuel del Río Virgen, y la instalación de la Comisión Especial para investigar presuntos abusos de poder cometidos por el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García.
En la cámara de eco formada por AMLO, las campañas contra los enemigos de los duros se reproducen y magnifican en las plataformas digitales… ¿con pautas? Desde su ingreso a la bancada morenista, en sustitución de Martí Batres, el senador César Cravioto Romero asumió la vocería del grupo parlamentario. Una de sus primeras propuestas fue instaurar un “fondo para la resistencia” —con 5,000 pesos mensuales, por cada senador— que además de dispersar los mensajes del grupo mayoritario fuera destinado a contrarrestar las denostaciones los adversarios.
La propuesta de Cravioto concitó respaldos a raíz de una evidente asimetría: los aparatos de comunicación del Senado de la República y del Grupo Parlamentario obedecen al monrealismo. Y nada más.
Uno de sus primeros “operativos digitales” del nuevo estratega de comunicación —autorizado en el chat de WhatsApp del grupo parlamentario— fue la defensa a Beatriz Gutiérrez Müeller, víctima de “ataques misóginos y machistas” provenientes “de la derecha conservadora”. Aunque también la propuesta de Presupuesto de Egresos de la Federación 2022 y el respaldo a la Revocación de Mandato… con las consabidas condenas al INE.
El caso del Río Virgen significó un cambio dramático en la lógica de esa nueva estrategia de comunicación. Y es que del respaldo original a la Comisión Especial —más bien, un pronunciamiento a favor del respeto a la ley, sin atacar al gobernador veracruzano— fue desautorizado por un bloque de senadores. La opinión de la secretaria general del partido, Citlalli Hernández, terminó por volcar el ánimo contra Monreal Ávila.
Al margen de esos posicionamientos, dentro de la bancada morenista existía la convicción de que la Junta de Coordinación Política carecía de facultades para instaurar una Comisión Especial.
De las ojivas digitales a la ofensiva contra el coordinador del grupo parlamentario, apenas hubo pausa. El movimiento para un relevo sólo tuvo freno hasta que Dante Delgado renunció a presidir la Comisión Especial. Y tres días después, su extinción era una victoria parcial de los puros, que están incontenibles.
La descalificación pública a Monreal Ávila frente al secretario López Hernández. La hostilidad hacia la secretaria Rosa Icela Rodríguez. Los apapachos a Rocío Nahle… El fin de semana quedó definido el tono de los morenistas en el Senado.
Ayer, con Cravioto como principal vocero, ese tono se escuchó con nitidez.
Efectos secundarios
RIVALIDADES. “Ya llegó tu media naranja”, será el lema de Roberto Palazuelos, candidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Quintana Roo. El mirrey confía en su popularidad y su arraigo en aquella entidad —donde tiene dos hoteles— para competir contra la puntera en la contienda, Mara Lezama, de Morena, y la abanderada aliancista, Laura Fernández Piña, quien, de acuerdo con las encuestas, tendría mayor potencial que Palazuelos. Su hándicap es convertir la popularidad en intención de voto.