La excepción ocurrió apenas en febrero pasado, en Coahuila. Ricardo Mejía Berdeja desconoció los resultados… y hará perder a Armando Guadiana
Una elección a padrón abierto fracturó al PRI hace 20 años. De la interna por la Presidencia nacional del tricolor —recién expulsado de Los Pinos— nunca se supo el resultado final, pero Roberto Madrazo y Elba Esther Gordillo casi inmediatamente iniciaron una disputa que derivó en un berrinche de la maestra y una ulterior venganza, en el 2006, que perjudicó a los aspirantes tabasqueños a la Presidencia de la República.
En el 2005, en un intento de evitar la nominación presidencial de Madrazo, cinco gobernadores priistas aceptaron participar en una ronda eliminatoria, que definiría al retador del líder priista a través de un sondeo a legisladores y decisión Makers que levantaron Consulta Mitofsky, Ipsos y Parametría.
Arturo Montiel resultó mejor rankeado que Manuel Ángel Núñez Soto, Tomás Yarrington Ruvalcaba, Eduardo Bours Castelo y Enrique Martínez y Martínez, pero no tuvo arrestos para desafiar al exgobernador tabasqueño, quien controlaba al Consejo Político Nacional.
En vísperas de la batalla electoral del 2024 está pendiente definir el método para elegir a los candidatos presidenciales. Morena y la coalición opositora que involucra al PAN, al PRI y al PRD podrían coincidir en las encuestas, ya sea para fórmula eliminatoria, o como instrumento decisorio.
El Estatuto morenista, reformado en septiembre del año pasado, incluyó a las encuestas como método de selección (y también, la insaculación). Los líderes del frente opositor habían contemplado apoyarse en el INE para convocar a las elecciones internas, pero esa opción —además de onerosa— resulta ahora mismo un despropósito.
En cualquier escenario, los acuerdos políticos son la única vía para evitar la judicialización de los procesos internos. En el 2012, Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard acordaron una auscultación a tres casas encuestadoras: Covarrubias, Buendía&Laredo y Consulta Mitofsky. De las cinco preguntas, uno ganaba tres y el otros, dos. Las instancias perredistas ni siquiera tuvieron que aplicar un criterio de desempate. Ebrard cedió la candidatura presidencial a López Obrador.
A diferencia de Ricardo Monreal, el canciller aceptó medirse con los otros presidenciables. Aunque insiste en que se haga una sola pregunta, lo que implica descartar la metodología aplicada por la Comisión de Encuestas desde que AMLO estuvo al frente del partido: un índice elaborado a partir de la respuesta a un cuestionario de 10 preguntas.
“Nadie se ha ido del partido”, comentó a mediados de la semana pasada Heidi Osuna, directora de la casa encuestadora Enkoll, en un foro organizado por Noticias MVS. “La encuesta les ha ayudado a evitar fracturas internas”.
La excepción ocurrió apenas en febrero pasado, en Coahuila. Ricardo Mejía Berdeja desconoció los resultados… y hará perder a Armando Guadiana.
Al interior de Morena, sobre todo porque se trata de una instrucción superior, nadie ha cuestionado a las encuestas… salvo Marcelo Ebrard. Justo a mediados de esta semana, en el Colegio de México, habrá un simposium sobre los métodos de selección de candidatos presidenciales en 2024. El evento es coauspiciado por CEDE y el Centro de Estudios Internacionales de la institución.