Moreno Cárdenas llevaba tres años en la gubernatura cuando arrancó la Cuarta Transformación y en diciembre del 2018 fue electo presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores
Antes de dejar la gubernatura de Campeche para irse a la presidencia nacional del PRI, Rafael Alejandro Moreno Cárdenas tuvo nueve meses de contacto directo con Andrés Manuel López Obrador. La primera etapa —de septiembre del 2018 a marzo del 2021— era clave, según sus estimaciones: cualquier roce o tensión con la administración entrante se vería reflejada en la asignación del Presupuesto de Egresos, pero sobre todo en la entrega de las participaciones federales.
Moreno Cárdenas llevaba tres años en la gubernatura cuando arrancó la Cuarta Transformación y en diciembre del 2018 fue electo presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores. Los primeros acercamientos fueron melifluos: AMLO estuvo en la sonda de Campeche para respaldar el plan de rescate a Pemex y anunció el paso del Tren Maya por Calakmul y Escárcega entusiasmó al mandatario priista quien por sus tempranos elogios se ganó un motete inapelable.
Pero Amlito ya no existe. El líder nacional del PRI ha iniciado una ofensiva contra Morena y la Cuarta Transformación, aunque un segmento del priismo vota por Morena desde hace tres años, como reconoce el presidente nacional del PRI, quien tras llegar a la dirigencia nacional del tricolor —en agosto del 2019—decidió sumarse al bloque de contención y redujo al mínimo su interlocución con el gobierno federal.
A casi tres años de esa ruptura, es tiempo de asumir los costos. Y encarar el reto del 2024 con claridad de miras: la aprobación presidencial es alta, pero no alcanza niveles extraordinarios; Morena registra actualmente la misma intención de voto que la suma del PRI y del PAN, y en la carrera de caballos, es tiempo de que los aspirantes de Va por México apuren el paso sobre todo ante la irrupción de Luis Donaldo Colosio.
“Nadie puede decir que Morena repetirá en el 2024”, insiste. “Nada está decidido”. Para competir por la Presidencia de la República, Moreno Cárdenas cree que lo mejor es forjar un frente amplio opositor —que incluya al MC— y pactar un cogobierno. Aunque la dirigencia emecista reclama una tercera vía, está convencido de que la presión social ayudará a que cambien de postura.
El logotipo del PRI es sinónimo de descrédito y tal vez en las presidenciales, Va por México deberá atender los reclamos ciudadanos y prescindir de los membretes partidistas. Con todo, el dirigente partidista cree que “hay tiro” porque la popularidad presidencial no se traduce en una intención de voto para Morena o las corcholatas de AMLO.
¿Y de las elecciones del próximo 5 de junio? Hidalgo y Oaxaca tienen gobernadores priistas y las previsiones son derrotistas y confirmarían la hipótesis de que en aquellas entidades donde nunca han gobernado otros partidos, la expectativa de cambio será una determinante.
Efectos secundarios
ACERCAMIENTOS. De un lado de la mesa, el secretario de gobierno en la CMDX, Martí Batres, la lideresa del Congreso local, Martha Ávila Ventura, y el líder estatal de Morena, Tomás Pliego Calvo; del otro, los líderes de las principales cámaras empresariales. Unos y otros respondieron a la convocatoria del presidente de la Coparmex capitalina, Armando Zúñiga Salinas, y después de una sesión de trabajo acordaron impulsar la reactivación económica y la consolidación de las políticas públicas de la Cuarta Transformación.
BAJOS VUELOS. En la crisis que envolvió al sistema aeroportuario metropolitano, nadie sabe para quién trabaja. A pesar de haber aportado evidencia irrefutable sobre la saturación en las pistas del AICM, Volaris tendrá que mudarse al AIFA, mientras que Aeromexico logró quedarse con los slots que ya no opera Interjet en el AICM… y sin el decretazo con el que amagó el subsecretario Rogelio Jiménez Pons a la industria aeronáutica y de cuya existencia pueden dar constancia tanto en la consejería jurídica como en la Conamer. Detrás del dictamen sobre la saturación de las terminales del aeropuerto Benito Juárez y el rediseño del espacio aéreo estuvo el extitular de Seneam, Víctor Hernández, quien no obstante de tener el respaldo del alto mando militar, fue forzado a renunciar por el subsecretario sin darle oportunidad de agradecer personalmente al Ejecutivo federal y enterarlo del caos que se vive en la SICT.