Donald Trump siguió los pasos de George W. Bush y Barack Obama: llamó a la Guardia Nacional para reforzar la seguridad en la frontera con México. A diferencia de sus antecesores, el presidente de Estados Unidos enviará efectivos militares a los cuatro estados fronterizos. La firma de la orden ejecutiva ocurrió anoche mismo y de … Continued
Donald Trump siguió los pasos de George W. Bush y Barack Obama: llamó a la Guardia Nacional para reforzar la seguridad en la frontera con México. A diferencia de sus antecesores, el presidente de Estados Unidos enviará efectivos militares a los cuatro estados fronterizos. La firma de la orden ejecutiva ocurrió anoche mismo y de acuerdo con la secretaria de Seguridad Interior, Kirstjen Nielsen, los primeros despliegues eran inminentes, aunque la decisión deberá tomarse en conjunto con los gobernadores.
“Tomará tiempo, pero comenzaremos hoy mismo. Tenemos que actuar con rapidez”, anunció la funcionaria estadounidense en la Casa Blanca, quien aseguró que su contraparte mexicana ya había sido informada de esta decisión. “Ellos entienden y respetan nuestra soberanía nacional”.
Los elementos de la Guardia Nacional no portarán armas ni realizarán funciones de control migratorio o aduanero, habría dicho Nielsen al canciller mexicano, Luis Videgaray, por la tarde.
Nielsen estuvo la semana pasada en México y, además de reunirse con los secretarios de Gobernación y Relaciones Exteriores, fue recibida en Los Pinos por el presidente Enrique Peña Nieto. No obstante, la administración peñista ha decidido esperar a conocer más detalles para fijar su postura.
El “repunte histórico” de la migración indocumentada y la “anticipación” a las acciones del crimen organizado estarían detrás de la decisión. “Hay una amenaza”, definió la titular del DHS. Tal repunte —de acuerdo con altos funcionarios del Departamento de Estado consultados por reporteros acreditados en la Casa Blanca— habría ocurrido en los últimos 12 meses. Aunque la estadística disponible, a marzo del 2017, indicaba exactamente lo contrario.
Paradojas de la migración indocumentada. En los años recientes —hay evidencia irrefutable— se ha registrado una drástica disminución de las aprehensiones en la frontera; el año pasado —según WOLA— alcanzó los mismos niveles que en 1970. Los riesgos, por el contrario, se han multiplicado.
Esos servicios —de diferente calidad y alcance— pueden adquirirse a lo largo de la ruta migratoria. Y de acuerdo con la narrativa dominante, los cárteles del narcotráfico se han apoderado del negocio que tradicionalmente detentaban los coyotes. Las historias de intimidación, abuso, acoso sexual, asalto, extorsión y reclutamiento forzado a lo largo del sendero migrante apuntan, empero, en otra dirección.
¿Qué hay de los cholos que a punta de pistola roban a los migrantes? ¿Y de los bajadores que secuestran a indocumentados y a contrabandistas para después pedir rescate? ¿Y de los guías que abandonan su cargamento? Sus nexos con los cárteles de la droga no son nítidos.
Algunas investigaciones muestran la operación de “múltiples actores individuales” que ofrecen sus servicios a los migrantes cuya interacción es posible por la existencia de un mercado estructuralmente abierto, resultante de la creciente precariedad. Esos actores individuales serían hombres y mujeres de grupos marginados que viven a lo largo del sendero migrante —entre los que habría niños y jóvenes— y algunos migrantes, cuyas funciones no se ajustan discretamente a las caracterizaciones de organizaciones criminales.
La migración clandestina obedece a una matriz “compleja de dependencia y supervivencia” y los coyotes siguen siendo los protagonistas.
Después del Mediterráneo, la frontera entre los Estados Unidos y México es la segunda ruta más letal para los migrantes en el mundo. Entre 1998 y el 2016, al menos 6,915 personas fallecieron, al intentar internarse en la Unión Americana ilegalmente, de acuerdo con cifras de la Patrulla Fronteriza, aunque no hay una estadística oficial de esta oprobiosa mortalidad. En los primeros 11 meses del 2017, la Organización Internacional para las Migraciones registró 341 decesos de migrantes. Por los desaparecidos, nadie reclama.
Lo cierto es que la naturaleza cada vez más punitiva de la aplicación de la inmigración, las tendencias migratorias cambiantes y la presencia de otros actores —incluidos los de otros mercados ilícitos— han alterado el panorama de las estrategias tradicionales de facilitación de la migración irregular, a menudo en detrimento de la seguridad de los migrantes.
EFECTOS SECUNDARIOS
DISTANTES. Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo coincidieron ayer en el salón de una exclusiva hostería de Polanco, pero no se saludaron. Ambos expriistas, fundadores de la Corriente Crítica y del PRD, han tomado rutas distintas, aunque coincidieron en el gobierno de Miguel Ángel Mancera. Uno, como coordinador de asuntos internacionales, el otro, como comisionado para la reforma política. Muñoz Ledo ahora es candidato pluri de Morena a la Cámara de Diputados.
MÚLTIPLES. Dentro de cuatro semanas, Santiago Taboada Cortina comenzará la campaña por la alcaldía de Benito Juárez, en la CDMX, mientras tanto, cumple con sus funciones legislativas. En San Lázaro resta ese mismo lapso a los actuales diputados en funciones, lo mismo que en la Cámara Alta. Algunos parlamentarios tramitaron licencias, otros no lo consideraron necesario. Entre ellos, los senadores panistas Mariana Gómez del Campo y Juan Carlos Romero Hicks, exgobernador de Guanajuato, quien simultáneamente participa en la campaña presidencial de Ricardo Anaya y buscará votos en el IV distrito electoral de Guanajuato, al tiempo de cumplir con sus funciones como presidente de la Comisión de Educación y de impartir clases a los alumnos del diplomado en análisis político estratégico de la Ibero. ¡Órale!