Traducción: para EU, en México ya no existe el Estado de derecho. No hay seguridad jurídica. Difícil hacer negocios así
Tres golpes de EU, a mitad del plazo para aranceles de 50%: mantuvo a México en lista de países de tránsito y producción de drogas, rompió alianza de Delta con Aeroméxico y desmanteló la cúpula de la Iglesia de la Luz del Mundo, que es base social de Morena.
Estos apretones coinciden con el inicio de consultas públicas para la revisión del T-MEC: Sheinbaum le ordenó a Ebrard, secretario de Economía, arrancar el proceso, y ayer fueron publicadas los soportes legales en el Diario Oficial de la Federación.
A Washington no parecen bastarle la entrega de 29 capos de alto valor a la justicia estadounidense, el despliegue de miles de soldados de la Guardia Nacional en la frontera, las incautaciones de fentanilo, precursores químicos ni de barcos de huachicol.
EU pretende más colaboración de México: por eso renovó su presencia en la lista de los 23 países de tránsito y producción ilícita de drogas, junto con sus aliados ideológicos en la región: Colombia, Venezuela, y Bolivia, cotos de Petro, Maduro y Evo Morales.
La reticencia de EU con el esfuerzo anti drogas de México ocurre en un mal momento: el inicio de conversaciones sobre el T-MEC, de cuyas transacciones de 1,2 millones de dólares al minuto depende totalmente la economía mexicana.
Peor: EU tiene una visión diferente del proceso que vive desde ayer el T-MEC. Para México, se trata de una “revisión” del tratado, pero para EU es una “renegociación”. En ese malabar de palabras está en juego el pago de los programas sociales de la 4T.
Si el T-MEC es renegociado, cambiará en contra de México la cifra actual de 1,2 millones de dólares al minuto. Y, hoy, cada peso menos es un mazazo para las finanzas mexicanas, que el lunes y martes pasados se endeudaron con 26 mil millones de dólares más.
El 15 y 16 de septiembre, México lanzó dos emisiones de bonos: cinco mil millones de euros y ocho mil millones de dólares, mientras que obtuvo 12 mil millones de dólares más del Banco de Luxemburgo, que financia proyectos asociados al medio ambiente.
Los préstamos son para pagar deudas de Pemex, la empresa petrolera más endeudada del mundo (debe a proveedores 430 mil millones de pesos) y tapar el hoyo del bajón en las remesas (desde enero llegaron mil 300 millones de dólares menos de lo esperado).
Todo esto concurre con la orden de Trump de deshacer la alianza Delta Airlines-Aeroméxico. Según el comunicado: “México está en un camino de intervención y distorsión del mercado que va en contra de los acuerdos aéreos bilaterales”.
Traducción: para EU, en México ya no existe el Estado de derecho. No hay seguridad jurídica.
Difícil hacer negocios así.