Los republicanos acusan que los moderadores de los anteriores debates realizaron preguntas mezquinas y no sustantivas
El Partido Republicano canceló hoy la participación de NBC en el debate de sus precandidatos presidenciales del 26 de febrero en Houston, por lo que calificó como “la mala fe” con que su filial CNBC manejó el tercer debate.
“La cadena CNBC es una de sus propiedades y su manejo del debate fue hecho en mala fe (…) y necesitamos asegurarnos que no se repita”, señaló en una carta el presidente del Partido Republicano, Reince Priebus.
Aún molesto por el manejo de CNBC del debate de los precandidatos de esta semana, el Comité Nacional Republicano informó el viernes que suspendió su relación con NBC News y canales afiliados y no usará al canal para el debate programado para febrero.
NBC News afirmó que está decepcionada y que trabajará por resolver este problema con el Partido Republicano.
No estaba claro en la carta del presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus, al director de la NBC News, Andrew Lack, si el partido prohibirá a NBC televisar el debate del 26 de febrero y abrir los derechos de transmisión para otros. Se esperaba que el debate fuera transmitido por NBC y su socio en habla hispana, Telemundo.
La Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos (National Association of Latino Elected and Appointed Officials, NALEO) emitió un comunicado expresándose “desalentada” por la decisión.
“No es este el momento para que el Partido Republicano prefiera la conveniencia política antes de la oportunidad de hablarle a millones de hispanos”, dijo NALEO.
La misiva de Prebius también se presenta en medio de un contexto en el que las campañas de los precandidatos planean una reunión el domingo para ventilar sus quejas sobre el proceso del debate y sugerir cambios, un encuentro que deliberadamente excluye al Comité Nacional Republicano.
Los republicanos estaban enojados por lo que calificaron como preguntas mezquinas y no sustantivas de los moderadores del debate Carl Quintanilla, Becky Quick y John Harwood. Harwood preguntó a Donald Trump si estaba llevando a cabo “una versión de un libro de historietas de una campaña presidencial”.
A Jeb Bush le pidieron que explicara por qué su campaña estaba tan mal en las encuestas, a Carly Fiorina le cuestionaron por qué los estadounidenses deberían contratarla cuando fue despedida por Hewlett-Packard y a Marco Rubio le preguntaron si debería “reducir la velocidad y tener algunas cosas resueltas primero”, antes de contender para presidente.
Prebius dijo que a los precandidatos se les prometió una pregunta inicial sobre materia económica, pero en su lugar les pidieron delinear su debilidad más grande. Agregó que tampoco se hizo demasiado por garantizar que los precandidatos recibieran relativamente el mismo tiempo al aire; se dice que funcionarios de la campaña de Bush se quejaron con CNBC mientras el debate se llevaba a cabo porque su precandidato no estaba recibiendo suficiente tiempo. CNBC y algunos precandidatos también discutieron previo al debate sobre su tiempo al aire.
La campaña de Trump afirmó el viernes que apoya la decisión del Comité.
“Estamos ansiosos por buscar alternativas junto con el Comité Nacional Republicano para asegurar que a los precandidatos se les otorgue una oportunidad amplia de esbozar su visión para el futuro de nuestro país”, dijo la campaña.
Durante un mitín en Nevada, Trump sugirió que se debe exigir a los moderadores del debate comprobar que votan por el Partido Republicano. “¿Por qué debemos tener a esta gente que odia todo lo que representamos?”, preguntó.
El Comité Nacional Republicano dijo que mantiene la intención de realizar el debate ese día con su otro medio de prensa contratado, la revista conservadora National Review.
Con información de AP
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