
El tigre puede pesar entre 100 y 300 kilos y medir entre uno y tres metros, viviendo de media unos 15 años
Actualmente existen 5 mil 574 ejemplares de tigres salvajes, con un incremento en los últimos años de un 74 por ciento especialmente en Bután, China, India, Nepal, Tailandia, Kazajistán y Rusia, sin embargo la especie está en peligro de extinción, alerta la organización WWF, Día Internacional del Tigre.
El “Panthera tigris” es un “animal majestuoso” y una especie en peligro de extinción, con amenazas como la pérdida de hábitats, ser una de las “mayores víctimas del tráfico de especies” y de la caza furtiva, advierte la ong ecologista en un comunicado.
Last year, an ambitious project saw two Amur tigers, Bodhana and Kuma, making a roaring comeback in Kazakhstan! 🐅
Communities are rewilding ecosystems, restoring species and organising eco-tourism to support their reintroduction.@wwfnederland #GlobalTigerDay pic.twitter.com/peEwZTbK6J
— WWF (@WWF) July 29, 2025
En el último siglo desapareció el 97 por ciento de los tigres, la acción humana ha provocado la extinción de tres de las nueve subespecies (tigres de Bali, Java y Caspio), según la ong.
Además, cada año, la caza furtiva provoca la desaparición de al menos 100 ejemplares.
Más tigres en cautividad que en libertad
El tigre puede pesar entre 100 y 300 kilos y medir entre uno y tres metros, viviendo de media unos 15 años.
En el mundo existen más tigres cautivos que libres, según WWF, que apunta que unos 14 mil ejemplares “malviven encarcelados en fosos y jaulas de zoos o granjas donde son criados para traficar con sus huesos y pieles”.
De ellos, más de 5 mil se encuentran en Estados Unidos, unos 8 mil en Asia y más de 900 en Europa.
No obstante, las labores de conservación han permitido aumentar el número tigres salvajes, desde los 3 mil 200 ejemplares que había en 2010 hasta los 5 mil 574 actuales, lo que supone un incremento del 74 por ciento, según WWF.
Se ha logrado duplicar su población en Nepal y se está recuperando en China, India, Kazajistán, Tailandia, Rusia y en Bután, donde ya viven 131 tigres (27 por ciento más que en 2015).
La organización que trabaja en la conservación de la especie asegura que se han visto “ejemplos exitosos y recientes” en la Reserva Rajaji (India), en el Bosque Mae Ping-Om Koi (Tailandia) o en la Reserva Natural Ile-Balkhash (Kazajistán) donde, 70 años después de su extinción, han logrado introducir tres tigres.
El peligro de la caza furtiva
Desde WWF, advierten además que a pesar de ser una especie protegida, “entre los años 2000 y 2018 se incautaron más de mil tigres troceados en el Sudeste asiático”.
Los cazadores furtivos han colocado “en áreas protegidas más de 12 millones de trampas que atrapan, mutilan y matan a muchos animales que, durante días o semanas, agonizan antes de morir de hambre, sed o por sus heridas”, subrayan.
Los cazadores de tigres trafican con sus huesos, usados en la medicina tradicional de algunos países asiáticos por “sus falsos y supuestos poderes afrodisíacos o anticancerígenos milagrosos”.
Así mismo, para vender su piel y confeccionar alfombras y objetos de decoración y para arrancarles sus garras y colmillos, que “son vendidos como amuletos“.
Creación de reservas protegidas
La pérdida de hábitats es otra de las amenazas que afronta la especie, y, para lograr su protección y conservación, WWF informa de que desde hace sesenta años han logrado la restauración de hábitats del tigre, como los bosques del noreste de China, donde vive el tigre de Amur, donde se han plantado 50 mil árboles.
Asimismo, se han creado reservas y corredores para reconectar poblaciones aisladas en los trece países donde sobrevive, logrando más de cien áreas de conservación de tigres.
Además, se fomenta el ecoturismo y el diálogo con comunidades locales para posibilitar la coexistencia con el tigre, así como apoyando a los guardas que se enfrentan a los cazadores furtivos en los hábitats del tigre para luchar contra el tráfico de especies y trabajando con gobiernos para endurecer las penas para este crimen y vigilando la venta de sus partes en mercados clandestinos.
Con información de EFE