La muerte de Brigitte Bardot, que llegó a ser considerada un mito sexual a la altura de Marilyn Monroe, sucedió en su refugio de La Madrague
La muerte de Brigitte Bardot a los 91 años en Saint-Tropez suscitó una oleada de emoción en Francia, donde se recordó su condición de paradójico icono cultural por haber sido, a la vez, símbolo de la emancipación sexual y crítica del movimiento feminista.
El deceso de Bardot, quien había sido hospitalizada en octubre pasado y llevaba un tiempo alejada de la vida pública, ha conmocionado a un país que hace algo más de un año perdió a otro de sus mitos más venerados y conocidos internacionalmente, el actor Alain Delon, a los 88 años.
Aún no fueron divulgadas las causas de la muerte de la carismática artista francesa, ni cuándo y dónde se realizarán sus exequias.
La muerte de la que llegó a ser considerada un mito sexual a la altura de Marilyn Monroe sucedió en su refugio de La Madrague, una de las dos propiedades que tenía en la exclusiva ciudad balneario de Saint-Tropez, de la que se había enamorado durante el rodaje de ‘Y Dios creó a la mujer’ (1956).
Mientras la policía acordonaba la residencia ante la esperada llegada de admiradores de Bardot y al tiempo que algunos vecinos colocaban flores en la estatua erigida en su honor en Saint-Tropez, la clase política francesa, con el presidente francés, Emmanuel Macron, a la cabeza, resaltaron el legado de la actriz, pero también cantante de éxito.
“Sus películas, su voz, su gloria deslumbrante, sus iniciales, sus penas, su generosa pasión por los animales, su rostro convertido en Marianne; Brigitte Bardot encarnaba una vida de libertad. Existencia francesa, brillo universal. Ella nos conmovía. Lloramos a una leyenda del siglo”, dijo Macron en ‘X’.
La líder ultraderechista Marine Le Pen consideró que Bardot -conocida por las siglas ‘BB‘- fue una personalidad “extraordinariamente francesa” y alabó el combate en favor de la protección de los animales que emprendió tras retirarse del cine en 1973 y que extendió hasta hoy en día con la fundación que porta su nombre.
La intérprete de ‘La verdad’ (1960) y ‘El desprecio’ (1963) mostró, en varias ocasiones y públicamente, sus afinidades ideológicas con Le Pen.
Es precisamente esa afinidad con el ultranacionalismo la que le han censurado en muchas ocasiones. Entre 1997 y el 2008, Bardot fue condenada judicialmente con multas económicas por ciertos comentarios y declaraciones de incitación al odio, sobre todo en contra de los musulmanes.
También fueron especialmente controvertidas sus posiciones respecto al resurgimiento del movimiento feminista tras el fenómeno “#MeToo” a partir de 2018.
‘BB’ estimó entonces que ciertas de las acusaciones contra hombres eran “hipócritas”, con el argumento de que muchas artistas “calientan a los productores para conseguir un papel”.
Elogios de Marguerite Duras y Simone de Beauvoir
En declaraciones a EFE realizadas en 2024, Antoine de Baecque, historiador del cine que publicó a inicios de este año ‘Bardot’ (ediciones Pérégrines), resaltó que, décadas antes de esas controvertidas declaraciones, la intérprete se había erigido como un símbolo de la emancipación femenina.
“Marguerite Duras y Simone de Beauvoir escribieron sobre ella. Beauvoir, en un artículo en la revista estadounidense ‘Esquire’ de 1958, elogiaba a Bardot por considerar que representa una libertad sexual que desafía al patriarcado”, expuso el cinéfilo.
La irrupción de ‘BB’ en los años 50 y 60 del siglo pasado supuso una especie de revolución en aquella Francia conservadora que empezaba a despuntar tras la Segunda Guerra Mundial.
No solo por sus papeles en la gran pantalla, en los que destilaba una irrefrenable sexualidad con un deslumbrante pelo rubio (teñido), sino por aparecer como una figura que podría hoy considerarse ‘antisistema’.
Reconoció públicamente haber abortado en dos ocasiones -la primera a los 17 años- por embarazos no deseados con el director Roger Vadim (con el que se casó), asumió que nunca quiso ser madre (lo fue a disgusto de Nicolas-Jacques Charrier) y se convirtió en heroína de la intelectualidad de la época.
Otras grandes figuras que salieron al rescate de BB, vista por parte de la prensa tradicional y conservadora de Francia como “una gran pecadora e incluso una prostituta“, fueron los cineastas Jean-Luc Gordard y François Truffaut, dos figuras de primer plano de la ‘Nouvelle Vague’.
Junto a su corta pero vertiginosa carrera en la gran pantalla, Brigitte Bardot, conocida por las siglas BB, tuvo también una exitosa y más larga carrera en la música.
Quedó para los anales el single ‘J’ai t’aime… moi, non plus’, grabado originalmente en 1967 con su antiguo amante y ‘enfant terrible’ de ‘la chanson française’ Serge Gainsbourg. En ese tema, todavía ruborizan a muchos los más que sensuales gemidos de Bardot.
Tras el cine, la célebre actriz inició una segunda vida en su activismo en favor de la protección de los animales. Sus fotos en Canadá denunciando la caza de focas en los años 1970 son todavía célebres. Su combate duró hasta sus últimos meses de vida.
En su más reciente aparición en un medio de comunicación, en una entrevista al canal ‘BFMTV’ en mayo de 2025, hizo un alegato para prohibir la caza de montería en Francia, a la que consideraba extremadamente cruel contra los animales.
Con información de EFE