
El delantero mexicano Santiago Giménez anotó ante el Venecia su cuarta diana desde su llegada a la Serie A de Italia
El mexicano Santiago Giménez, delantero del AC Milan, rompió su sequía goleadora al marcar el tanto decisivo ante el Venecia (0-2), su cuarta diana desde su llegada a Italia y la primera en dos meses de sequía que le relegaron a ser el suplente del serbio Luka Jovic.
El Bebote back on the scoresheet 🎯🇲🇽
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— AC Milan (@acmilan) April 28, 2025
La adaptación del Bebote al futbol italiano está siendo más lenta de lo esperado. El Milan firmó a un jugador que rubricó 7 goles en 11 partidos de liga con el Feyenoord, 2 goles en 2 partidos en la copa holandesa y 5 goles en 5 partidos en Liga de Campeones con los neerlandeses, pero que ha sido incapaz de trasladar esos números a San Siro.
Y eso que en sus 5 primeros partidos marcó 3 goles y dio 1 asistencia, cifras que pasaron a ser un espejismo y que no sirvieron para que el Milan accediera a los octavos de final de la Liga de Campeones, en la que cayó eliminado precisamente ante el exequipo del mexicano de 24 años que nació en Buenos Aires.
Desde ese partido, el 18 de febrero, y hasta el 27 de abril, el protagonismo de Giménez cayó en picado: solo una asistencia en la derrota ante el Bolonia el 27 de febrero.
Giménez mantuvo su titularidad en los compromisos inmediatos en febrero, pero solo hasta el duelo ante el Nápoles el 30 de marzo, condicionado por unas molestias en las costillas que le impidieron rendir con normalidad.
Fue la primera de las tres suplencias que encadenó consecutivas, pues estuvo en el banquillo ante el Inter en Copa Italia y ante el Fiorentina en Serie A. Tres partidos muy importantes en los que no tuvo peso, con el inglés Tammy Abraham como el favorito del técnico luso Sergio Conceiçao.
En esos 3 partidos, marcaron Abraham y Jovic 2 goles cada uno, por lo que sumado a que no había recuperado bien, Giménez pasó a ser el tercer delantero.
No entró ni siquiera en la convocatoria para el duelo ante el Udinese el 11 de abril por la lesión y jugó solo 8 minutos ante el Atalanta, en un intento desesperado del Milan de empatar un duelo que perdió finalmente. Y ante el Inter, en la vuelta de Copa Italia, no jugó un solo minuto, opacado por un Jovic desatado que marcó un doblete y se ganó la titularidad.
Iba a volver a ser el serbio la referencia arriba en la última jornada ante el Venecia, pero unas molestias lumbares en el calentamiento le impidieron jugar. Conceiçao eligió a Abraham, pero dio entrada a Giménez para la última media hora.
La aprovechó a lo grande el mexicano, autor del tanto de la tranquilidad en el tiempo añadido. Se reconcilió con el gol poco más de dos meses después, pero justo a tiempo para las cuatro últimas jornadas de Serie A y la final de Copa Italia, en la que persigue una titularidad que tendrá que arrebatar a Jovic.
Con información de EFE