El australiano Jason Day ganó el primer gran torneo de su carrera, por lo que no logró contener las lágrimas de emoción
Desde antes del último golpe para embocar en el hoyo 18, el australiano Jason Day ya no pudo contener las lágrimas por la emoción de ganar su primer gran torneo, el PGA Championship, en el tan difícil campo Whistling Straits, de Sheboyhan, Wisconsin.
Luego de embocar se fundió en un abrazo con su caddie, abrazó a su hija y a su esposa entre más lágrimas, porque “son muchas emociones las que vivo”, dijo quien de niño quedó huérfano de padre y su madre lo instó a practicar golf.
La victoria le valió un premio de 1.8 millones de dólares y aparecer en tercer lugar en la clasificación mundial, entre otros tantos beneficios por ser campeón.
Su accionar fue espectacular durante todas las rondas y en esta última marcó cuatro birdies y dos bogeys, en los hoyos cinco y 15, para 67 golpes, cinco bajo par, y totalizar 268 golpes, 20 abajo.
El estadounidense Jordan Spieth quedó subcampeón con total de 271 golpes, 17 bajo par, para ser ahora número uno en la clasificación mundial, al desbancar al norirlandés Rory McIlroy, quien concluyó en el escalón 17.
El mejor jugador de habla hispana fue el español Sergio García, en la posición 54, con 288 golpes, par de campo, seguido del argentino Emiliano Grillo, en el 61, con 289, uno bajo par.
Redacción
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