
Dalma Maradona declaró por primera vez en el juicio contra siete médicos por la muerte de su padre, Diego Armando Maradona
Dalma Maradona, una de las hijas de Diego Armando Maradona, declaró este martes por primera vez en el juicio contra siete profesionales de la salud por la muerte del ídolo argentino, y apuntó contra el equipo médico a cargo de los cuidados de su padre y reveló que la vivienda en la que falleció estaba en malas condiciones, tenía “olor a pis” y “era un asco”.
“El lugar era un asco, había olor a pis, la cama que tenía era un asco, había un inodoro portátil, estaba ese panel que habían puesto en las ventanas para que no hubiera luz, y una puerta corrediza. La habitación era horrible”, señaló Dalma, la mayor de las dos hijas que Maradona tuvo con su exesposa, Claudia Villafañe.
“No había baño cerca y la cocina era un asco. No me consta que hubiera habido una persona que se encargara de la limpieza”, continuó el testimonio de Dalma, de 38 años y que se convirtió este martes en la segunda hija del exfutbolista en testificar en el juicio, tras la declaración de Jana Maradona semanas atrás.
Dalma destacó además que la vivienda en la localidad de Tigre (provincia de Buenos Aires) donde falleció su padre el 25 de noviembre de 2020 mientras se recuperaba de una operación en la cabeza no ofrecía las condiciones que los médicos le habían prometido cuando se optó por una internación domiciliaria en lugar de en un centro médico.
Según ella, Leopoldo Luque, médico de cabecera de Maradona, le trasmitió tras la operación que “la única posibilidad era una internación domiciliaria con aparatología médica, todos los médicos, ambulancia afuera”.
“Y eso nunca sucedió. A nosotros nos prometieron una internación domiciliaria que nunca sucedió”, agregó, y cuestionó directamente el accionar de Luque: “Siendo su médico de cabecera, yo pensé que él iba a hacer lo mejor para mi papá, (…), confié en la palabra de su médico”.
Dalma se refirió también a la última vez que vio a su padre, el día de su fallecimiento, y relató, entre lágrimas, que lo vio tapado con una sábana, “la cara muy hinchada, las manos muy hinchadas, la panza, el cuerpo”.
El testimonio de la hija del ídolo argentino sigue al de Víctor Stinfale, exabogado y amigo de Maradona hasta sus últimos días, que también cuestionó las condiciones de la internación domiciliaria y el papel de Luque, y aseguró que los médicos “se preocuparon por la adicción de Diego y no se preocuparon por el corazón”.
“En la teoría tenía un médico para esto, un médico para lo otro y Luque que ayudara si los médicos no cumplían su objetivo. Con un poquito de eso creo que se hubiera salvado”, declaró Stinfale este martes al comienzo de la decimoprimera audiencia del juicio por la muerte del exfutbolista.
Además de Luque, son juzgados en este proceso la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Díaz, la doctora y coordinadora de la empresa Swiss Medical, Nancy Forlini, el médico Pedro Di Spagna, el coordinador de enfermeros Mariano Perroni y el enfermero Ricardo Almirón.
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La enfermera Gisela Madrid también está procesada, pero enfrentará un juicio por jurados, tal y como solicitó.
En este proceso, los jueces Maximiliano Savarino, Verónica Di Tommaso y Julieta Makintach deberán determinar si siete de los ocho acusados son culpables del delito de homicidio simple con dolo eventual, que tiene una pena máxima de 25 años de prisión.
Con información de EFE.