El Gobierno de la República y su partido, atrapados por su simplista narrativa han apurado al Congreso para alistar en agosto los dictámenes de los cambios constitucionales y lograr que, sin chistar, se apruebe en septiembre la Reforma Judicial

Quizá las mañaneras serán en horario y algunos modos distintos, pero con sus mañaneras la próxima Presidenta de México da continuidad al control de la comunicación del Gobierno de la República

No ha sido la excepción, el autor de estas líneas, pero uno se pregunta si acaso los entreverados currículos de quienes ha designado la doctora Claudia Sheinbaum para formar parte del gabinete de su próximo Gobierno no significan algo distinto

Ingenuo seria esperar que a dos meses del fin del sexenio haya un ajuste a la sexenal política de seguridad, causa del agravamiento de la inseguridad de la República, pero es probable que sea forzado a ajustarla el próximo Gobierno

Esta anécdota ilustra, apenas da un atisbo de lo que será el extraordinario Poder que tendrá el próximo Gobierno de la República, si, como todo indica, el Congreso aprueba las reformas que desaparecen todos los organismos autónomos

Si, como todo indica, en agosto aprueban los dictámenes de las reformas propuestas por el Presidente, y las aprueban en septiembre, anularán los pesos y contrapesos al Ejecutivo e iniciado la anulación de la transición democrática que, paradójicamente, les facilitó ganar el Poder

Uno, entre docenas de ejemplos: el avión en que llegaron los detenidos al aeropuerto Santa Teresa fue un Beechcraft bimotor, no un Cesna

Su objetivo, desde ahora, es institucionalizar al Partido y preservar sus principios y así ser factor determinante en la integración de la Cámara de Diputados que se elegirá en 2027 y hasta en la elección presidencial de 2030

Es mala idea, pues, siendo realistas, a pesar de posible capacidad de movilizar voluntades, si se confrontan lealtades, la ventaja la tendría la nueva inquilina de Palacio, pues encabezará la Presidencia de la República más poderosa en 70 años

Abuso de poder, como el mañanero y disciplinado dedo flamígero del general Rodríguez Bucio que acusa a los jueces “de liberar culpables”, pero debe callar que casi todas las liberaciones son porque las fiscalías, la Guardia o los militares violaron las garantías individuales de los detenidos

Sin justificar los modos del actual inquilino de Palacio, uno se pregunta si con su comportamiento, que, sin decirlo, tantos morenistas lo ven desconsiderado hacia la Presidenta Electa, reacciona a las “discrepancias” públicas de algunos que buscan el calor de un nuevo sol