Un equipo con sensores conectado al modelo podrá detectar hasta la más mínima variación en la estructura ante la simulación de un huracán
Para calcular la resistencia de megaobras ante huracanes o tornados, el Instituto de Ingeniería de la UNAM alista el inicio de operaciones de un túnel de viento.
Para medir la resistencia, un modelo a escala de la obra se coloca en la zona de pruebas, en donde los ingenieros recrean fenómenos meteorológicos con una turbina que genera vientos de hasta 100 kilómetros por hora en un laboratorio que mide 15 metros, siendo el más grande en su tipo en Latinoamérica, detalló Luis Martín Arenas, coordinador de instrumentación del Laboratorio.
Un equipo con sensores conectado al modelo detecta hasta la más mínima variación en la estructura y envía esta información a una computadora central, en donde se procesan los datos y se evalúa la obra.
Roberto Gómez Martínez, titular del proyecto, explicó que en dos meses, el primer modelo a escala que pondrán a prueba será la nueva terminal aérea de Acapulco, en la que medirán cómo reacciona ante un huracán categoría 4.
“Si una persona se coloca en el sitio de pruebas y se deja caer con el viento que producimos, no se cae, pues el mismo viento lo empuja. Lo que para una persona es resistencia, para un modelo a escala puede ser un huracán tipo 4 con vientos sumamente intensos, todo eso lo podemos medir y calcular”, comentó Luis Martín Arenas.
Además de megaobras, el túnel de viento podrá ser utilizado por empresas privadas para probar la resistencia de paneles solares y otros equipos para producir energías limpias.
Para su instalación se invirtieron 55 millones de pesos.
Con información de Reforma