La Starliner partió de la EEI sin sus dos tripulantes, quienes permanecerán en el laboratorio orbital hasta febrero
La cápsula Starliner de Boeing, que presentó problemas técnicos, partió de la Estación Espacial Internacional (EEI) sin sus dos tripulantes, quienes permanecerán en el laboratorio orbital hasta febrero próximo, cuando tienen previsto regresar a la Tierra en un vehículo de SpaceX.
El viaje no tripulado de seis horas hacia Nuevo México (EE.UU.) supondrá el fin de la accidentada misión de prueba de la cápsula, que de una estancia planeada de ocho días en la EEI finalmente volverá al cabo de tres meses, tras una serie de problemas con el sistema de propulsión y fugas de helio.
Spot #Starliner on its way back to Earth! After the spacecraft undocks from the @Space_Station on Sept. 6, it will soar through Earth’s skies before landing in New Mexico. If you’re on the visibility path (all times MT) and skies are clear, look up and you might see it. pic.twitter.com/k5OfnZZNnb
— NASA (@NASA) September 6, 2024
La Starliner se desacopló con éxito del laboratorio orbital y emprendió de manera autónoma un trayecto de unas seis horas hasta aterrizar en el puerto espacial White Sands (Nuevo México) con ayuda de un sistema de paracaídas.
Tras separarse suavemente de la EEI, la nave Starliner efectuó una secuencia programada de 12 encendidos cortos de propulsión que la lanzó lejos de la estación, tal como estaba planeado, y llegó a la denominada “zona de seguridad”, por lo que todo indica que el vehículo regresa a casa sin incidencias.
La NASA no ha querido arriesgarse y los astronautas ‘varados’ en la EEI, Barry ‘Butch’ Wilmore y Sunita ‘Suni’ Williams, regresarán en una nave Crew Dragon de SpaceX, una decisión de la agencia espacial que ha generado tensiones con la empresa privada Boeing, que defendía la seguridad de un vuelo de regreso tripulado.
Los directivos de la misión citan los buenos resultados de las pruebas hechas en las últimas semanas al sistema de propulsores para expresar su confianza en que la cápsula acometerá con éxito el reingreso en la atmósfera terrestre y el descenso.
Steve Stich, directivo del Programa de Tripulación Comercial de la NASA, expresó esta semana en una conferencia su confianza en el buen funcionamiento del sistema de propulsores y en “las capacidades del vehículo para un buen aterrizaje en Nuevo México”.
Stich apuntó que las fugas de helio en la nave posiblemente están vinculadas a la corrosión de unos sellos y defendió que durante la misión tripulada de prueba, llamada CFT (Crew Flight Test), muchas partes del vuelo transcurrieron muy bien y que no cree que sea necesario un nuevo diseño para el sistema de propulsores.
La agencia espacial estadounidense consideró recientemente que los persistentes problemas técnicos de la Starliner suponían un obstáculo insalvable para un regreso seguro a bordo de la nave de Wilmore y Williams, quienes por tanto volverán en febrero de 2025 en una nave Dragon de SpaceX.
Ambos despegaron desde Florida a bordo de la Starliner el pasado 5 de junio y luego se acoplaron con éxito al laboratorio orbital. La misión contemplaba un regreso para mediados de ese mes, pero fallos en unos propulsores y el hallazgo de pequeñas fugas de helio aplazaron su vuelta sin fecha definida.
El lanzamiento de la misión Crew 9 de SpaceX desde el Centro Espacial Kennedy está previsto para el próximo 24 de septiembre.
La misión, de seis meses de duración y que supondrá la novena rotación de tripulación en la EEI que emprenda SpaceX para la NASA, no despegará con los cuatro tripulantes planificados inicialmente, sino solo con dos, para dar espacio a los dos astronautas de Starliner ‘atrapados’ en la EEI.
Este primer vuelo del Starliner con tripulación, realizado con años de retraso debido a diversos contratiempos, debía ser la prueba final antes de comenzar sus operaciones regulares para la NASA como segundo proveedor, después de su competidor, SpaceX, para el transporte de misiones tripuladas y de carga al laboratorio orbital.
Con información de EFE