Muchas veces hemos visto “artículos científicos” que dan razones por las cuales se debe dejar un hábito y días después vemos otros “investigadores” argumentando el por qué no se debe eliminar la costumbre en cuestión, confundiendo más en la posible decisión que deberiamos tomar. Hay buenos argumentos en los dos lados, pero también hay otros … Continued
Muchas veces hemos visto “artículos científicos” que dan razones por las cuales se debe dejar un hábito y días después vemos otros “investigadores” argumentando el por qué no se debe eliminar la costumbre en cuestión, confundiendo más en la posible decisión que deberiamos tomar. Hay buenos argumentos en los dos lados, pero también hay otros que nos causan risa.
Para evitar ese dilema, aquí le dejo los contras de beber café, pero si usted no puede vivir sin esa bebida caliente cada mañana, después de la comida o en la noche, no se preocupe, también aquí están los puntos a favor de beber café.
En cuestión de salud, los amantes de la cafeína argumentan que ésta tiene antioxidantes, incrementa el metabolismo lo que aumenta la quema de grasas, además de tener nutrientes básicos que el cuerpo necesita. Protege el corazón, hígado y los riñones, reduciendo hasta en un 20 por ciento la disponibilidad de padecer cirrosis, muy bueno para aquellos que les gusta mucho el alcohol. Por último, protege de enfermedades cardiovasculares.
En contraste, los que están en contra de la ingesta de café aseguran que alivia las enfermedades cardiovasculares, pero solo a un grupo reducido de personas con un metabolismo muy rápido. Afirman que entre los daños que produce la cafeína está el aumento de peso, pues generalmente la bebida se acompaña con azúcar, leche, chocolate o hasta la deliciosa crema batida. Su característica de bebida irritante afecta también el sistema digestivo creando úlceras o colon irritable, y contiene acrimalda, un agente cancerígeno. Finalmente, puede inducir al cigarro pues la mayoría de los adictos al café, fuman.
En estados de ánimo, los detractores de la cafeína señalan que afectan la calidad del sueño, el cual es regenerador de nuestras células y nos hace estar más alerta durante el día. Por lo mismo, genera mayores niveles de estrés y ansiedad por su consumo, los cuales pueden llegar a un extremo cuando se intenta dejar, porque en su calidad de droga, se produce el síndrome de abstinencia, provocando jaquecas y fatigas.
Por el otro lado, los amantes del café aseguran que los niveles de energía están al cien por ciento, lo que les hace ejercer sus funciones con mayor empuje y énfasis, así como estar la mayoría del tiempo de muy buen humor, disminuyendo los niveles de depresión.
En dado caso que ninguno de los argumentos arriba mencionados convenza a quienes piensan distinto a usted sobre el café, solo diga señale la razón más básica de porque debe dejarlo o consumirlo: por su sabor. Porque es riquísimo, o por ser tan amargo.
Con información de El País
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