En busca de la información para mi columna de hoy topé con la noticia acerca de que el nuncio apostólico en México, monseñor Franco Coppola, al visitar la Diócesis de Parral, declaró lo mucho que se parece el México actual a la Italia de las mafias. El representante del Vaticano, declaró al periódico El Sol … Continued
En busca de la información para mi columna de hoy topé con la noticia acerca de que el nuncio apostólico en México, monseñor Franco Coppola, al visitar la Diócesis de Parral, declaró lo mucho que se parece el México actual a la Italia de las mafias. El representante del Vaticano, declaró al periódico El Sol de Parral, que el cambio en Italia llegó cuando la Magistratura —es decir los jueces— empezó a poner en tela de juicio y juzgar a los políticos coludidos con el crimen organizado, el poder de ellos desapareció porque las fuerzas públicas pudieron hacer bien su trabajo.
En el consejo de monseñor Coppola no hay nada de novedad. Si lo cité aquí fue con la finalidad de remarcar la necesidad de que para acabar con el crimen organizado o, cuando menos, reducirlo a un nivel controlable, es preciso acabar con los políticos coludidos con él. Cosa harto difícil mientras nos gobierne la cleptocracia que padecemos, donde el que se enriquece ilícitamente da parte (pero de lo robado) al que está arriba y éste a su vez hace lo mismo y así sucesivamente hasta formar una pestilente escalera de la fortuna que cada día cruje más fuerte y está a punto de hacerse pedazos.
Lo que más llamó mi atención sobre esta nota de Luis G. Prieto Ramírez, fue el encabezado de la misma. Ésta fue una frase textual del emisario del papado: “No hay otro país en el que se mate tanto como en México”. Por asociación de ideas la frase me remitió a otra sentencia, ésta de carácter religioso: “No hizo nada igual con ninguna otra nación”. Expresión que utilizó el Papa Benedicto XIV (1675-1758) cuando se le presentó la imagen de la Virgen de Guadalupe, desde entonces patrona de México y protectora de los mexicanos.
No me haga mucho caso pero tengo la impresión de que en la medida en que nuestra madre, la santísima señora de Guadalupe, fue perdiendo poder celestial, nuestros políticos, hijos de su corrupta madre, fueron ganando poder terrenal al transar con los capos de las mafias del crimen. Esto es: una alocución eliminó a la otra.
Ayer, martes, por enésima vez salió a relucir el apellido Moreira dentro de un expediente relativo a la criminalidad. Una investigación especial sobre los testimonios en juicios de integrantes de Los Zetas en Texas concluyó que en los gobiernos de los hermanos Moreira en Coahuila, ese grupo criminal operó en total impunidad y con la colaboración de las autoridades locales.
La Clínica de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Texas presentó ayer el estudio que realizó con las declaraciones representadas entre diferentes juicios federales ocurridos entre el 2013 y 2016 en San Antonio, Austin y Del Rio, Texas. Según la nota de Ricardo Pérez y César Martínez en el diario Reforma, “varios testigos hicieron declaraciones sobre sobornos de millones de dólares pagados a Humberto Moreira y a Rubén Moreira, el anterior y el actual gobernador de Coahuila respectivamente, a cambio del control total del estado”.
Como acostumbra, el malamente satanizado, pero siempre beatificado don Humberto Moreira, cuyo atinado gobierno y su excelente labor al frente del PRI han provocado envidias animosas que tratan de desprestigiarlo, cuando menos, una vez por año; ya salió a defender su incólume prestigio. En entrevista con Ciro Gómez Leyva, declaró que le envió un correo al director de la precitada clínica Ariel Dulitzky para aclarar cualquier cuestión relacionada con su persona, misiva que el señor Dulitzky no consideró en la difusión del estudio. Por alusiones a su falta de probidad tiene la palabra don Humberto Moreira:
“Voy a proceder entonces, Ciro. Aquí están las pruebas (¿Cuáles? ¿Las de que endeudó a su estado con más de 36 mil millones de pesos?). La Audiencia Nacional de España me exoneró (aunque no se doctoró). En México me exoneraron (¿Quiénes y de qué cosa?) (…) No voy a descansar hasta ver que este señor se retracte y que pague en la vía civil y en la vía penal. Señor Dulitzky —amenazó— está metido en un problema legal ahora”.
Por su parte el otro Moreira, actual gobernador, expresó: “el supuesto estudio académico (descalifica que algo queda) es una infamia, es parcial y mentiroso. Es falso que mi gobierno tenga vínculos con la delincuencia, la prueba es que los grandes capos que operaban en Coahuila (luego, sí los hubo) están abatidos o en la cárcel. (Lo que no precisó es que los capos están en penales de Estados Unidos o en prisiones federales mexicanas, y ninguno de ellos fue detenido durante su administración. ¿Y el Lazca, cuyo cadáver desapareció?).
En algunos periódicos se llegó a decir que el estudio incluía a los exgobernadores de Veracruz, Javier Duarte y Fidel Herrera. Por esta vez los dejé afuera porque cuando traté de escribir de los cuatro la pantalla de mi computadora se llenó de moscas.
Oí por ahí
Una investigación dio por resultado que 97% de los políticos mexicanos no cree en la existencia del cielo. Tras un estudio de la muestra investigada se llegó a descubrir la causa de su negación: Resulta imposible, para ellos, creer que después de esta vida exista otra mejor.
