Cuatro claves de lectura del cambio en la constructora más importante de México. La industria de la construcción será cada vez más un asunto de expertos financieros. No es una casualidad la llegada de Guadalupe Phillips Margain a la dirección general de ICA. Una especialista en finanzas está mejor preparada que un ingeniero para encabezar … Continued
Cuatro claves de lectura del cambio en la constructora más importante de México.
La industria de la construcción será cada vez más un asunto de expertos financieros. No es una casualidad la llegada de Guadalupe Phillips Margain a la dirección general de ICA. Una especialista en finanzas está mejor preparada que un ingeniero para encabezar la reestructura de una empresa que debe 65,000 millones de pesos. ¿Serán los CFO “sólo” bomberos? No, el protagonismo creciente de los financieros vale también para otras empresas que están “sanas” y buscan oportunidades de crecimiento. El conocimiento y manejo sagaz de los mercados financieros puede ser la principal ventaja competitiva para ganar un concurso. El desconocimiento de los riesgos financieros puede hundir a una empresa que sea campeona en los aspectos técnicos de la construcción.
Se acaba la era Quintana. ¿Qué papel jugará David Martínez? Tres generaciones de la familia Quintana encabezaron ICA. El concurso mercantil propone que la gigantesca deuda se convierta en capital. Con ello, la presencia de los Quintana en el accionariado se diluirá. Lo que viene es un periodo donde el futuro de la empresa ya no dependerá de esta familia, sino del diálogo entre el equipo profesional que dirige Guadalupe Phillips y los fondos de inversión que son acreedores (o tenedores de deuda). Ellos se convertirán en propietarios de la constructora. En este contexto una figura de referencia será David Martínez, CEO de Fintech. Este financiero otorgó un crédito de 215 millones de dólares en junio del 2016 que le da derecho a convertirse en dueño de 40% del capital de la empresa en un plazo de dos años. Muchas cosas pueden pasar, pero la decisión está en manos de Fintech. Esta operación no es desconocida para David Martínez. Algo parecido hizo en CIDSA y en Vitro.
El papel del Gobierno ha cambiado y seguirá cambiando. La cercanía de ICA con el Estado mexicano fue clave en diferentes momentos de la empresa. El apoyo del Gobierno fue clave para el desarrollo y auge de este ícono nacional. Fue crucial, también, para ayudarlos a superar momentos difíciles como el que enfrentaron en la primera década de este siglo. No alcanzó ahora porque los tiempos han cambiado. No hubo plan de rescate, sino acompañamiento en un proceso de reestructura muy difícil. El fin de la ICA de los Quintana coincide con un replanteamiento del papel del Gobierno en el desarrollo de la infraestructura. El Gobierno no quería que ICA quebrara, pero no podía meter las manos porque hay vigilancia y contrapesos: sus competidores, los acreedores, los inversionistas, la opinión pública y las reglas de usos de los recursos públicos. Si han cambiado tantas cosas, ¿cómo explicar la gestión de Ruiz Esparza en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes? Soy optimista y pienso que él será el último secretario de la SCT de ese tipo. De eso se encargarán las leyes de transparencia y competencia, así como el sistema nacional anticorrupción y, por supuesto, una nueva Ley de Obra Pública que México necesita desesperadamente.
Mujeres a cargo. Guadalupe Phillips rompió el techo de cristal en una industria gobernada por varones. Para algunos, esto es un dato irrelevante. No para mí. Creo que el relevo generacional que viene implicará un nuevo balance de fuerzas entre hombres y mujeres. Guadalupe Phillips tiene una enorme tarea por delante: luego de rescatar a ICA, le falta hacerla volar. Si lo consigue, se convertirá en una referencia en el mundo empresarial mexicano. Un role model para las mujeres que luchan por abrirse camino.