Para ellos es lo mismo éxito que victoria. Florestán La jornada del miércoles marcó lo que será el futuro de la relación entre la Casa Blanca y Los Pinos. Todo comenzó cuando desde el primer equipo de Donald Trump se filtró a Dolia Estévez la versión de que, en la conversación telefónica del viernes por … Continued
Para ellos es lo mismo éxito que victoria.
Florestán
La jornada del miércoles marcó lo que será el futuro de la relación entre la Casa Blanca y Los Pinos.
Todo comenzó cuando desde el primer equipo de Donald Trump se filtró a Dolia Estévez la versión de que, en la conversación telefónica del viernes por la mañana con el presidente de México, lo había humillado y amenazado con invadir nuestro país para combatir al narcotráfico.
Dolia, una veterana corresponsal mexicana en Washington, lo publicó en su página y luego lo declaró a Carmen Aristegui, en su transmisión de internet, aclarando que la información se la habían confirmado fuentes de ambos gobiernos.
Cuando vino el desmentido del vocero de la Presidencia, Eduardo Sánchez, tras la publicación de la carta que le envió la Secretaría de Relaciones Exteriores en el mismo sentido, dijo que en la llamada telefónica, en el despacho de Los Pinos, el presidente Enrique Peña Nieto solo estuvo Luis Videgaray, negó la versión de la presencia del subsecretario de América del Norte, Carlos Sada. Y que ni el Presidente ni el canciller, que no la conocen, dijo, hablaron con ella y que a él no le pidió su versión.
Entiendo que como el reporte de Dolia no voló a la altura de la estrategia de ese primer equipo, la pasaron a un reportero de la agencia AP, al que le dieron un párrafo de la supuesta transcripción de la conversación telefónica, en el mismo tono, lo que de nuevo la Cancillería desmintió.
Ante esto, los mismos filtraron una tercera versión al corresponsal de CNN, ya a nivel coloquial.
Sobre esto, Eduardo Sánchez me dijo ayer que el presidente Peña Nieto hizo una rotunda defensa de sus Fuerzas Armadas y dijo a Trump que las bajas habían sido producidas por armas llegadas de su país.
Y para los que exigen que Los Pinos entregue la transcripción de la llamada, me dijo que el presidente Peña Nieto no graba sus conversaciones y menos con otros jefes de Estado, por ser confidenciales.
Lo que deja todo esto, por encima de los matices de los párrafos deslizados, es el recurso de la filtración que documenta lo que ya se sabía: que en la Casa Blanca se graban todas las conversaciones y ahora se usan a conveniencia, lo que marcará el tono de las siguientes.
Retales
1. Llamado. Yo soy del club de admiradores de Agustín Carstens desde hace muchos años. Y desde esa base le pido que reconsidere, dadas las actuales circunstancias, su decisión de abandonar el barco del Banco de México para irse a Suiza a dirigir un banco;
2. Salud. En la participación del secretario de Salud en la plenaria de los senadores del PRI, se oyó el coro ¡Na-rro! ¡Na-rro! ¡Na-rro!, y
3. Centenario. En la ceremonia de los 100 años de la promulgación de la Constitución de 1917, el domingo en el Teatro de la República en Querétaro, será central el mensaje del presidente Peña Nieto. Van todos los poderes y gobernadores.
Nos vemos el martes, pero en privado
[email protected]
Twitter: @lopezdoriga
Web: lopezdoriga.com
Minuto a minuto
