Otro fracaso. El mejor pícher de la temporada regular veía de forma escéptica como la pelota desaparecía, un cuadrangular de tres carreras de Matt Adams en la séptima entrada le daba la ventaja a los de casa 3-2 y dejaba momentáneamente eliminado al equipo del “Titan”, todavía tuvieron oportunidad en la octava y novena entrada … Continued
Otro fracaso. El mejor pícher de la temporada regular veía de forma escéptica como la pelota desaparecía, un cuadrangular de tres carreras de Matt Adams en la séptima entrada le daba la ventaja a los de casa 3-2 y dejaba momentáneamente eliminado al equipo del “Titan”, todavía tuvieron oportunidad en la octava y novena entrada pero el resultado no se dio, el golpe había sido demasiado fuerte y por segundo año consecutivo San Luis elimina a los Dodgers.
Antes que inicie la temporada Los Ángeles era un gran favorito para ganar la serie. Magic Johnson (Dueño) le puso a Don Mattingly (Manager) un equipo para ser campeón al gastarse 240 millones de dólares, ningún otro resultado iba a satisfacer al ex jugador de la NBA y a toda la afición Dodger, se buscaba el primer campeonato que no se consigue desde 1988, han pasado 26 años y todo indicaba que este era el gran año “Dodger Blue”. La temporada lucia color de rosa, el equipo tuvo un gran cierre y terminaron segundo lugar de la Liga Nacional y primer lugar de su división, seis juegos arriba de San Francisco que terminó metiéndose a la postemporada como comodín.
Días antes que termine la temporada regular este equipo sabía que les tocaría jugar contra Cardenales en la Serie Divisional, el mismo equipo que los eliminó la temporada pasada para pasar a la Serie Mundial, la gran diferencia esta ocasión es que empezarían jugando en casa, en “Chavez Ravine” como se le conoce al estadio de los Dodgers. Para el primer juego los Dodgers ponían a Kershaw en el montículo, mismo que solamente había perdido cuatro de sus últimas treinta salidas en temporada regular. Las siete primeras entradas el zurdo se lució y dominaba el encuentro lanzando una joya de partido, parecía que los fantasmas de la temporada pasada quedaban atrás donde este gran lanzador había perdido los dos juegos que enfrentó a los Cardenales en los playoffs hasta que llegó la octava entrada y lo mismo sucedió el día de ayer. ¿Por qué no poder ganarle a San Luis en postemporada? ¿Por qué perder los tres juegos en las últimas entradas? ¿Es más la cuestión psicológica o la deportiva? Y para todo esto el manager Don Mattingly tiene que tener una respuesta y saber tomar decisiones en momentos adecuados ya que debe conocer perfectamente a sus jugadores. Solo hubiera hecho otra historia estuviéramos hablando ¿Porque dejar Kershaw en el primer juego después que le dan cuatro hits consecutivos en la octava entrada cuando se tiene una cómoda ventaja? ¿Por qué quitar a Hyun-jin Ryu después de seis entradas cuando está pichando un gran juego? ¿Por qué sentar a tu segundo mejor bateador (Puig) en un juego de eliminación? Estas son preguntas que solamente el mánager sabe la respuesta, él sabe si el factor psicológico afecta a sus jugadores y por eso se tomaron estas decisiones, lo que es un hecho es que el equipo con la nómina más alta de las Grandes Ligas estará viendo los Campeonatos de Liga y Serie Mundial desde casa mientras que Cardenales y Gigantes se enfrentan de nuevo por el pase a la Serie Mundial.
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