El pianista John Medeski, el baterista Billy Martin y el guitarrista Todd Clouser se reunieron para ofrecer una velada de jazz en el Dada, en el marco del Festival Internacional de Cine (FIC) de San Cristóbal de las Casas. El concierto íntimo inició la víspera, tras el cambio de sede que llevó a los músicos … Continued
El pianista John Medeski, el baterista Billy Martin y el guitarrista Todd Clouser se reunieron para ofrecer una velada de jazz en el Dada, en el marco del Festival Internacional de Cine (FIC) de San Cristóbal de las Casas.
El concierto íntimo inició la víspera, tras el cambio de sede que llevó a los músicos a no tocar al aire libre y trasladarse al Club de Jazz Dada de esta ciudad, donde ante casi 100 personas que abarrotaron el lugar, dejando a varias afuera, ofrecieron muestras de su enorme talento.
El teclado doble y rojo de Medeski, la batería gastada de Martin y la trabajada guitarra de color azul de Clouser ofrecieron ritmos que la audiencia escuchó con atención desde el principio, mientras se dejaba guiar por la espontaneidad de cada uno de los músicos que intercalaban el sonido de sus instrumentos.
Las miradas de complicidad de Todd Clouser y Billy Martin lograron transportar a la audiencia de la energía a la tranquilidad, intercalando sonidos de campanas y pequeñas flautas que simularon pájaros, al momento que el olor a incienso invadía el lugar.
Las notas del teclado de Medeski, líder de la prestigiada banda Medeski, Martin & Wood (en la que también participa Billy Martin), se presentaron como un oasis en el que las notas de la guitarra y la batería se incluían con armonía despertando sentimientos de alegría, pero también de cinismo y tranquilidad.
Los ojos cerrados de Todd Clouser hacían notar su entrega ante la guitarra, la cual tomó como una creadora de sonidos que parecían cantar coplas de rebeldía al jalar sus cuerdas y llevarlas al extremo ante la sorpresa de los presentes, a quienes de pronto se les escapaba un grito de euforia.
La cortina roja del pequeño escenario fue testigo de un momento único, en el que los aplausos coronaron cada una de las extensas interpretaciones entre algunos mezcales que transitaban entre las cabezas atentas a los gestos de Todd.
“Muchas gracias por haber hecho esto posible”, dijo Clouser para darse un breve momento para hablar con sus colegas ante las exigencias del público que pedía una canción más.
La maestría de Medeski en los teclados en los que sus manos no dejaron de moverse buscando ritmos intensos, conquistó al público que por un momento dejó el cine para concentrarse en la música frenética y descarada que lo cautivó, al tiempo que buscó cualquier rincón para presenciar la reunión de los músicos que culminó a medianoche con un abrazo y el reconocimiento del público.
Con información de Notimex
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