Este fenómeno permitió que las auroras boreales fueran visibles mucho más al sur de lo habitual, alcanzando zonas de Estados Unidos e incluso regiones de México como Ciudad de México, Nuevo León y Baja California
Una serie de eyecciones de masa coronal (CME) del Sol impactó la Tierra esta semana, provocando una tormenta geomagnética severa (G4) que intensificó el viento solar hasta más de 675 km/s y registró un campo magnético interplanetario de –17 nT.
Este fenómeno permitió que las auroras boreales fueran visibles mucho más al sur de lo habitual, alcanzando zonas de Estados Unidos e incluso regiones de México como Ciudad de México, Nuevo León y Baja California, según reportes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Servicio Meteorológico Nacional.
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La perturbación del campo magnético terrestre no solo ofreció un espectáculo luminoso inusual, sino que también generó alertas por posibles efectos en redes eléctricas, comunicaciones y satélites.