El analista Daniel Zovatto explicó lo que implica que el portaaviones USS Gerald Ford fuera desplazado a América Latina
Por Daniel Zovatto, analista internacional
El buque insignia de la Marina de los Estados Unidos, el portaaviones USS Gerald R. Ford (CVN‑78) —el mayor y más moderno de su flota— fue desplazado del Mediterráneo hacia la zona bajo responsabilidad del United States Southern Command (US SOUTHCOM), que cubre el Caribe y América Latina, para reforzar la campaña militar ordenada por el Donald Trump contra el narcotráfico.
Según un portavoz del Pentágono, esta “presencia ampliada de fuerzas estadounidenses” tiene como objetivo detectar, vigilar e interrumpir actividades ilícitas que pongan en peligro la seguridad hemisférica.
La llegada del Gerald Ford refuerza una flotilla que ya contaba con varios buques desplegados en aguas internacionales del Caribe —en el límite con aguas venezolanas— y en los últimos dos meses EE. UU. ha lanzado una campaña de ataques extrajudiciales contra embarcaciones presuntamente ligadas al narcotráfico, en la que al menos 76 personas han sido asesinadas en 19 ataques dados a conocer por la administración estadounidense.
Según un análisis de la revista especializada Stars and Stripes, tras este despliegue alrededor del Caribe Estados Unidos mantiene aproximadamente el 20 por ciento de sus buques en misión activa en la región de US SOUTHCOM.
Caracas sube la alerta militar ante la presión de Washington
Nicolás Maduro ha ordenado activar un nivel superior de alerta militar en Venezuela mediante la puesta en marcha de una nueva fase del denominado “Plan Independencia 200”, anunciado por el ministro de Defensa Vladimir Padrino López.
Esta medida incluye el despliegue en completo apresto operacional de las fuerzas terrestres, aéreas, navales y fluviales del país, además de la movilización de la Milicia Bolivariana, los órganos de seguridad ciudadana y los Comandos de Defensa Integral, todo bajo la consigna de una “fusión cívico-militar-policial”.
El escalamiento —como analizamos más arriba— coincide con la llegada al Caribe del portaaviones USS Gerald R. Ford de los Estados Unidos, lo que Caracas interpreta como parte de una amenaza directa a su soberanía. Aunque internamente el país presenta calma, el gobierno chavista subraya una narrativa de defensa ante lo que considera un posible ataque militar de Washington.
En ese contexto, el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) ya ha declarado estar preparado para “una fase armada del proceso revolucionario” en caso de hostilidades.
En definitiva, el anuncio marca una intensificación de la tensión geopolítica entre Caracas y Washington, con el riesgo de que una rivalidad que hasta ahora se había limitado a sanciones diplomáticas, operaciones antidroga y discursos, pase a un terreno de movilización militar abierta.
Con información de López-Dóriga Digital