¿El rebote es inevitable? La ciencia detrás del por qué las dietas fallan y cómo mantener un peso saludable
Bajar y subir de peso puede parecer una historia sin fin. Te comprometes con una dieta estricta, ves resultados rápidos y, en poco tiempo, el peso regresa. No es falta de disciplina: es biología y un problema de enfoque.
En México, donde más del 70 % de la población adulta vive con sobrepeso u obesidad, este fenómeno del “rebote” es la norma, no la excepción. Pero la buena noticia es que la ciencia hoy nos muestra cómo romper ese ciclo de manera sostenible.
Cuando sometes a tu cuerpo a una dieta extrema o de moda, este interpreta el cambio como una amenaza: una posible hambruna. Esa respuesta activa dos mecanismos biológicos muy potentes.
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El primero es que el metabolismo se desacelera. El cuerpo entra en “modo ahorro” y gasta menos energía. Aunque comas poco, tu organismo se vuelve más eficiente en almacenar grasa.
El segundo es que las hormonas del apetito se alteran. Aumentan los niveles de grelina (la hormona del hambre) y disminuye la leptina (la hormona de la saciedad). El resultado: hambre constante, ansiedad por comer y una dificultad enorme para mantener la restricción.
Después de una dieta muy restrictiva, el cuerpo sigue ‘creyendo’ que está en peligro. El metabolismo permanece lento y el apetito se dispara, lo que provoca el famoso efecto rebote”, explicaron especialistas del equipo médico de Clivi, clínica digital especializada en el control de peso y prevención de diabetes.
Las dietas temporales atacan el síntoma, no la raíz. Para lograr un cambio sostenible, el enfoque debe ser médico, integral y personalizado, considerando todos los factores que influyen en el peso: regulación hormonal y metabólica, nutrición adaptada a cada paciente, acompañamiento psicológico y actividad física progresiva.
No existe una sola medicina o un solo método que funcione para todos. Se necesita un ecosistema médico que combine nutrición, psicología y seguimiento clínico continuo”, señalaron los expertos.
El gran reto para la mayoría de las personas es la fragmentación del sistema de salud. Agendar múltiples citas, trasladarse a laboratorios, coordinar médicos y surtir recetas suele ser costoso y desgastante.
Una opción es integrar todo en un mismo lugar: consultas médicas virtuales, seguimiento constante, análisis de laboratorio y envío de medicamentos a domicilio. Esto mejora la adherencia, reduce los costos y permite que cada tratamiento se base en datos reales de progreso.
El problema del peso crónico no se resuelve en una sola consulta. Requiere acompañamiento continuo, ajustes mensuales y un equipo médico que trabaje con información actualizada del paciente”, afirmó el Dr. Bernardo, Endocrinólogo de Clivi.
La evidencia médica es clara: los tratamientos más efectivos son aquellos que combinan un enfoque multidisciplinario con soporte tecnológico. Ya no se trata solo de perder peso, sino de mejorar la salud metabólica, reducir riesgos cardiovasculares y prevenir enfermedades como la diabetes tipo 2.