Sobrevivientes palestinos llegan a una ciudad devastada: hogares reducidos a escombros, donde respirarán con alivio, en relativa tranquilidad
Este lunes globalmente se celebra con júbilo y alegría el cese al fuego que esperamos sea definitivo; la tregua al genocidio y brutal baño de sangre israelí que estremeció al mundo, con el retorno de rehenes israelíes y de sobrevivientes Palestinos, tras 2 años de muerte, dolor y terror.
Llegan a una ciudad devastada; hogares reducidos a escombros, donde -al fin- se recuperan y respiran con alivio, en una relativa tranquilidad, tras una incesante fatiga, dolor, profunda tristeza por el asesinato de sus seres queridos, su persecución, hambre y sed.
Esperan ahora poder recibir ayuda humanitaria en alimentos y atención médica y reunirse con miles de familiares, aún prisioneros, en cárceles de Israel, de las que sólo algunos fueron liberados.
Esperan saber más de la reconstrucción, de un país que será totalmente diferente, gobernado por un “Buró de la Paz” extranjero, tal vez encabezado por el ex primer ministro británico, Tony Blair, sin gobierno propio, sin armas, con derechos limitados y en viviendas tal vez lejos de la costa, donde se construirá la Rivera de Gaza, en la que, eventualmente, podrían trabajar.
El presidente Donald Trump, calificado por Netanyahu como “el más grande amigo que Israel haya tenido en la Casa Blanca,” hizo un viaje relámpago, para recibir el crédito del aparente final de este conflicto, en un homenaje en el Knesset; aparecer en la foto oficial para la historia y participar en la celebración israelí, donde legisladores ultra conservadores Judíos, lo adularon y exaltaron, como el mayor benefactor y protector del pueblo de Israel.
Abrumado por la calidez de los elogios, Trump dijo que “algunas veces, se tiene que hacer, lo que se tiene que hacer.”
Recordó que “Bibi lo llamaba por teléfono con frecuencia, pidiéndole uno y otro tipo de complejas armas que usó bien;” el envío de 52 aviones cisterna del Pentágono para abastecer de combustible a cazabombarderos israelíes, en sus intensos ataques contra Gaza y otro tipo de asistencia militar, que siempre brindó.
Agradeció la lluvia de elogios, de quien lo propuso para recibir el Premio Nobel de la Paz, paradójicamente acusado de un brutal genocidio que unió al mundo y a buenos israelíes, en contra del criminal de guerra, fugitivo del Tribunal Internacional de La Haya, por crímenes de lesa humanidad a quien ahora el presidente estadounidense elogió, diciendo que “esa guerra fue un gran triunfo para Israel” y que “hizo un gran trabajo, para impulsar a la época de oro, de ese país.”
Recordó el abominable y brutal asalto de Hamás el 7 de octubre de 2023 en que 1,200 Judíos murieron y 251 fueron secuestrados; evento del que el Mossad y alto mando militar israelí tuvieron información previa, y no habrían tomado medidas de protección suficientes.
El ataque accionó la ofensiva israelí, que, Netanyahu tras una entrevista, planeaba desde hace 23 años, -según sus propias declaraciones- y que lanzó, después de reunirse con Trump, al inicio de su segundo mandato.
“Para resolver el problema,” dijo entonces, “lo importante es golpear duro al pueblo Palestino, no una vez, sino en múltiples ocasiones, causarles un gran dolor, hasta llevarlos a un punto, en el que sientan que todo está colapsando … América (Estados Unidos) no nos molestarán, nos apoya el 80%,” y alardeó de controlar a legisladores republicanos y demócratas, con el financiamiento de campañas.
Pero nada mencionó de casi 70 mil indefensos, cansados y hambrientos Palestinos que murieron, de los que mas del 50% eran niños y mujeres.
Súbitamente este lunes, Netanyahu, mundialmente calificado de genocida y de criminal de guerra, por la Corte Internacional de la Haya, fue aclamado como héroe y ensalzado por el presidente de Estados Unidos.
Tras 4 reuniones desde el inicio del segundo mandato del el presidente estadounidense, Netanyahu logró combinar su plan de castigo, aislamiento y despojo de tierra a los Palestinos, con el interés y propuesta de Trump, de crear una “Riviera de Gaza” para” impulsar el desarrollo económico de la región,” logrando más flexibilidad para atacar al pueblo Palestino, lo que no encontró antes, bajo el mandato de Joe Biden, quien condicionó ayuda, formas de minimizar bajas de la población civil.
Para ese proyecto, Trump autorizó 3 mil millones de dólares en armas, para Israel, argumentando una emergencia para evitar interviniera el Congreso.
La ayuda incluyó casi 3,000 bombas de una tonelada, 35,500 bombas MK-84 y BLU-117 y 4,000 cabezas Predator, cuyo valor excedió a los 2 mil millones de dólares, asesoría y cuanto fue necesario, como el apoyo en los ataques a Irán, “para realizar el trabajo.”
Al final de la “fase de demolición,” del plan de negocios, preparado por “competentes expertos,” que llegó al escritorio del Presidente Trump, continuará con la construcción, que convierta a Gaza en una “increíble mina de oro inmobiliaria,” con una inversión multimillonaria, según declaró Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas de Israel, el 17 de septiembre de 2025.
El fin esa fase, que trajo implícito el “cese al fuego,” súbitamente, convirtió al criminal de guerra, en héroe, aclamado por la mayoría de israelíes y legisladores, reconocido por aliados árabes de Estados Unidos y ensalzado por el presidente de Estados Unidos.
Pocos parecen saber o recordar, que el conflicto, realmente comenzó el 29 de junio de 2023, cuando Netanyahu firmó la mayor expansión territorial de Israel desde 2012, autorizando la construcción de 13 mil viviendas más, de colonos Judíos, en el Banco Oriental; una clara provocación a Hamás, según la organización Peace Now (Paz Ahora), acción condenada de inmediato, por la comunidad internacional.
Aunque el alto mando militar y el Mossad, la inteligencia israelí, tuvieron información, según el memorandum del 19 de septiembre de 2023, denominado “Entrenamiento Detallado para Redada, de Final a Final”, sobre un plan de Hamás, para secuestrar a 250 Judíos, antes de la masacre del 7 de Octubre, no se habrían tomado las medidas suficientes de protección a los colonos, de acuerdo a Kan News.
“Ustedes juntos pueden enfrentar las fuerzas del caos que amenazan a sus intereses, lo que permite increíble y prosperidad increíble y oportunidades para la gente de esta tierra, y que Israel nunca soñó hacer,” dijo el presidente a Israel, sin mensaje alguno para los Palestinos.
“Que victoria ha sido,” agregó, “van a obtener números y éxitos y lograr lo que nunca han logrado; esto será recordado como el milagro en el desierto,” dijo Trump, comentando que continuar el conflicto habría sido peor.
“El momento ha sido brillante; por eso, Bibi, serás recordado, más años de guerra habría sido malo, pero, que determinación, que valor, para continuar yendo, yendo, matando, matando, luego de tremendo dolor.”
El presidente Trump dijo que la reconstrucción requiere de sumas estratosféricas para la “Riviera Gaza, que asegure paz y estabilidad,” con un pueblo palestino confinado a pequeñas casas y empleo en grandes hoteles y centros turísticos que serán construidos.
Como es habitual, Trump atacó a sus antecesores, acusándolos de incapacidad diciendo que fueron incapaces depara proteger a Israel de una forma adecuada.
De acuerdo al Ministerio de Salud de Gaza, en el conflicto, murieron al menos 66,148 civiles, más del 50% mujeres y niños, mediante bombardeos, asesinatos masivos, violencia sexual, hambre forzada, sed y falta de energía eléctrica, por la destrucción de infraestructura, heridas, daño mental, embarazos mal logrados, bloqueo de ayuda humanitaria, que también causó la muerte de médicos, enfermeros, voluntarios extranjeros, trabajando en hospitales atacados, desplazamiento masivo forzado.






