En fin, que a un año de haber tomado el poder sería de desear que la presidenta Sheinbaum se distanciara cada vez más de su antecesor
LIC. LÁZARO CÁRDENAS BATEL,
JEFE DE LA OFICINA DE LA PRESIDENCIA:
Independientemente de que no comulgo con la 4T, más que por sus objetivos por sus métodos para alcanzarlos, justo es reconocer lo que nuestra mandataria ha hecho en beneficio del país. Y también, claro, en lo que ha fallado.
Lo primero que celebro es que Claudia Sheinbaum no se deje llevar por ocurrencias ni las sobre simplificaciones de la realidad como lo hacía su antecesor. Nada de megaproyectos que acaban costando -y siguen costando- mucho más de lo prometido y que dan beneficios muy por debajo de lo esperado. Por el contrario, el Plan México se aprecia más estructurado, con una planeación inicial e incluyendo a la iniciativa privada; esperemos que funcione.
También en la primera categoría se ubica la Estrategia Nacional de Seguridad; bien sea que se haya modificado por presiones de EUA, por decisión propia o por las dos razones anteriores, ha sido un acierto. Además del arresto de los generadores de violencia como elegantemente se les llama ahora a los malandros, hay un esfuerzo para recuperar poco a poco el control de la vida diaria en amplias zonas dominadas por el crimen organizado. Las excepciones son Sinaloa y la cifra de desaparecidos que no cede.
Es de celebrar que dentro de la Estrategia se haya incluido el huachicol fiscal a sabiendas de que, al perseguirlo, se encontraría una maraña de corrupción de funcionarios y empresas de alto nivel. Falta ver hasta dónde se topará.
El manejo de la economía ha ido todo lo bien que las limitadas condiciones han permitido. Con el sobre endeudamiento que recibió al país, su capacidad de maniobra está muy acotada.
Hay un par de áreas en las que se tienen resultados ambivalentes, como es el caso de las relaciones exteriores. En lo que respecta a EUA, la cabeza fría de Sheinbaum ha redundado en un suerte de contención de la política arancelaria del presidente Donald Trump; tal vez le consuma demasiada energía, porque no se ve ningún acercamiento con la Unión Europea.
Del lado negativo estaría que doña Claudia ha continuado con las líneas seguidas por su antecesor en lo que respecta a la alianza con gobiernos francamente dictatoriales, como son Nicaragua, Venezuela y Cuba. Por cierto, a la fecha persisten los apoyos a la isla caribeña a través del envío de petróleo y la contratación costosísima de médicos cubanos.
La comunicación también nos da resultados mixtos. Por un lado, el nivel de rijosidad desde el micrófono de las mañaneras ha disminuido sensiblemente, pero no ha desaparecido. Con más frecuencia de la deseable, la mandataria recurre a los estereotipos populistas de su antecesor, como la derecha conservadora, los adversarios que quieren que le vaya mal, etc., etc. Y mire, don Lázaro, en política siempre hay adversarios, pero eso no los hace enemigos como la visión dicotómica del lopezobradorismo acusa.
En la columna de los “debe” destacan varias de las herencias del expresidente, siendo la primera la Reforma al Poder Judicial implementada mediante un tortuoso proceso electoral; dudo mucho que los nuevos juzgadores traigan entre su portafolios una mayor justicia para los ciudadanos a partir de que en los acordeones no aparecían los más capaces.
La segunda herencia se está fraguando y es la Reforma Electoral. Todo indica que los foros son para cumplir con el expediente, pero no para tomar en serio ninguna de las propuestas que ahí se presenten. Vamos, si al frente de la Comisión está un radical como Pablo Gómez, qué se puede esperar. Aunada a esta Reforma podemos encontrar una predisposición a restringir la libertad de expresión y de prensa a través de oficinas y personajes vinculados al partido gobernante, lo cual sin duda mella nuestra democracia. Los casos del columnista Héctor de Mauleón, la ciudadana Karla Estrella y Tribuna de Campeche son los más conspicuos, pero no los únicos.
La tercera herencia maldita se ubica en el sector salud, donde 44.5 millones de mexicanos se quedaron sin servicios médicos, cifra que no ha podido abatirse, como tampoco se ha resuelto el problema de los medicamentos. En la reconstrucción del proceso de adquisiciones el actual gobierno no le ha encontrado la cuadratura al círculo y mucho menos a la distribución.
La cuarta herencia es el trato preferencial a los militares para que continúen realizando labores no relacionadas con seguridad. Sí, me refiero a que proseguirán metiendo las manos en obras públicas, aduanas, aeropuertos, hoteles y trenes, todo en medio de un ambiente de opacidad.
El espacio se me acaba y se tendrán que quedar en el tintero otros ámbitos como la educación, el campo, la energía, la cultura, el medio ambiente, el combate a la corrupción y la rendición de cuentas.
En fin, que a un año de haber tomado el poder sería de desear que la presidenta Sheinbaum se distanciara cada vez más de su antecesor. Si lo hace, seguramente nos dará un gobierno mejor.
Con la colaboración de Upa Ruiz
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