La verdad es que López Obrador lo avisó: “Nada de que esto no lo sabía el señor presidente”.
Nada de que el presidente no sabía, no se enteraba, lo engañaban. Eso es falso. El presidente de México está enterado de todo lo que sucede. Y las transas grandes que se llevan a cabo, y hasta que se pudiesen realizar. Todas las transas llevan el visto bueno del presidente.
Sí, porque aunque no firme, el presidente es quien autoriza: él tolera, él permite. El presidente de México se entera de todo. Y no hay un negocio jugoso que se haga, sin el visto bueno del presidente. El presidente de México tiene toda la información que se necesita.
Para que quede claro: si hacen una transa grande, grande, grande es porque el presidente lo permitió.
El presidente de México, o es cómplice o se hace de vista gorda. No es que esto no lo sabía el señor presidente.
No, nada de que el señor presidente tiene buenas intenciones pero lo engañan, lo traicionan, no lo ayudan: todo eso es mentira. Nada de que el presidente no sabía. Porque, mientras más elevada esté la autoridad, más corrupción hay.
Si arriba no se permite la corrupción, se limpia al país. Hay que limpiar al país. Y es de arriba para abajo, como se barren las escaleras. Mi gobierno no será recordado por corrupto, mi principal legado será purificar la vida pública de México.
Las 221 palabras anteriores fueron expresadas por López Obrador en diferentes momentos de su gobierno, para explicar que la corrupción sólo existe si es permitida por quien gobierna. Hoy se sabe, cada día más, que su gobierno fue un nido de corrupción.
En las palabras de López Obrador, López Obrador tenía que haber sabido que su vicealmirante de Marina, Manuel Farías, era el capo del contrabando de combustible durante su gobierno: un negocio de 177 mil millones de pesos al año.
El vicealmirante Farías es sobrino del almirante Rafael Ojeda, quien era el secretario de Marina de López Obrador, y a quien López encargó dirigir las Aduanas aplicando una política de cero corrupción, cero impunidad y cero influyentismo en los puertos.
El gobierno actual insiste en que fue el propio tío quien denunció al sobrino en 2023. Sin embargo, la detención del sobrino se produjo ¡dos años después!: o sea, hace una semana, en coincidencia con la visita del secretario de Estado de EU, Marco Rubio.
Estamos en un predicamento: creerle al almirante Ojeda, cuando dice no saber que su sobrino y segundo al mando dirigía el cártel del huachicol, o a López Obrador, cuando dice que “no hay negocio jugoso que se haga, sin el visto bueno del presidente”.
Pero la verdad es que López Obrador lo avisó:
“Nada de que esto no lo sabía el señor presidente”.