Así pues, vemos que en lo que respecta al “nuevo” Poder Judicial, la 4T una vez más se puso la soga al cuello
LIC. HUGO AGUILAR,
MINISTRO PRESIDENTE,
SUPREMA CORTE DE
JUSTICIA DE LA NACIÓN:
+Incongruencia: incoherencia,
contradicción, inconsecuencia.
Diccionario de la Real Academia
Ahora que empieza la “nueva era” del Poder Judicial (PJ), tengo tres preguntas para usted.
La primera tiene que ver con el nepotismo.
Después de la reforma hecha el sexenio pasado por el entonces ministro presidente, Arturo Zaldívar, un 34% del personal todavía tenía un pariente dentro del PJ; por ello, se decidió que, si había una vacante, ésta no podría ser ocupada por un persona que tuviera un pariente dentro de la estructura judicial federal.
No obstante lo anterior, entre las razones para llevar a cabo la tanto la reforma actual como la elección de juzgadores estaba el combate al nepotismo.
Ya con la Corte que inició funciones el pasado 1º de septiembre, tenemos que cinco de los nueve ministros tienen parientes en cargos gubernamentales, según lo revela una investigación de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MvsCI).
La medalla de oro se la lleva la ministra Lenia Batres Guadarrama – ¿quién, si no? -, con seis familiares en puestos oficiales, empezando por su hermano Martí Batres, actualmente director del ISSSTE y quien empujó decididamente su candidatura para la Corte. La presencia de la familia Batres en puestos oficiales incluye a su cuñada y a su hermana.
Le sigue el ministro Arístides Rodrigo Guerrero García, cuyo hermano, recientemente dejó un cargo en la CONAGUA al ganar una magistratura en el Tribunal de Disciplina de Justicia de la CDMX.
Mención especial merece Yasmín Esquivel, quien ya fue ministra en la anterior Corte y ahora repite gracias a la elección judicial. La ministra no tiene parientes en Poder Judicial, pero sí tiene un esposo, José María Riobóo, muy cercano al anterior inquilino de Palacio Nacional, vínculo que le valió varios contratos de construcción.
Por lo que hace al Tribunal de Disciplina Judicial, tres de sus cinco integrantes también tienen parientes en cargos públicos. Mire, don Hugo, la familia de Eva Verónica de Gyvés Zárate parece ser toda de abogados bien ubicados, empezando por su sobrino, Jorge Antonio Vázquez de Gyves, quien es secretario auxiliar de acuerdos en la ponencia de la ministra Yasmín Esquivel. Bernardo Bátiz Vázquez tiene tres parientes en la nómina judicial y Rufino H. León Tovar solo uno. En el Tribunal Electoral del Poder Judicial la situación es más o menos la misma.
Así pues, la pregunta es ¿qué va usted hacer al respecto? Me queda claro que los parientes no pueden ser despedidos, dado que la norma se implantó después de que ellos fueran contratados y no hay retroactividad. Pero entonces uno no deja de preguntarse si eso del combate al nepotismo fue solo una estratagema de propaganda o un verdadero propósito.
La segunda pregunta tiene que ver con el nuevo reglamento de sesiones de la Suprema Corte de la Nación, el cual establece que los días lunes y martes serán dedicados a analizar los proyectos de acciones de inconstitucionalidad y controversias constitucionales. Muy bien. Hasta donde se sabe, en la primera sesión que tendrán se abordarán 14 proyectos de este tipo de asuntos.
En alguna entrevista que usted concedió a medios, se manifestó a favor de que la Corte se abocara a analizar este tipo de acciones, lo cual celebro.
Sin embargo, justamente en relación con la Reforma al Poder Judicial, se interpuso una acción de inconstitucionalidad pero fue bateada mediante dos caminos: de una parte, el entonces ministro Alberto Pérez Dayán sorpresivamente votó en contra y se perdió la votación para anular la Reforma; de la otra, el Congreso alegó contar con supremacía constitucional y modificó el artículo 105 de la Carta Magna, el cual establece que las controversias constitucionales o acciones de inconstitucional no proceden cuando pretenden controvertir las modificaciones a la Constitución.
Entonces, ¿cómo le va a hacer, don Hugo? Su posición como experto en Derecho es a favor de que la Corte revise las controversias, pero la Constitución dice lo contrario.
Ahora pasemos a la tercera pregunta.
Usted propuso que las sesiones de la Corte pudieran llevarse a cabo fuera de su sede, algo así como una Corte itinerante. ¿Cómo para qué, don Hugo? Llevar a cabo una sesión en, digamos, San Luis Potosí, implica armar una logística especial y, por supuesto, gastos adicionales de transportación, hospedaje y alimentación no solo de ustedes, los nueve ministros, sino de sus secretarios. No creo que tal medida sirva para acercar la justicia a la gente, al pueblo bueno y sabio; la cercanía tiene que ver con que la impartición de la justicia sea pronta y expedita. Lo demás es demagogia.
Así pues, vemos que en lo que respecta al “nuevo” Poder Judicial, la 4T una vez más se puso la soga al cuello.
Con la colaboración de Upa Ruiz
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