La verdad es que Estados Unidos pudo esperar otro día para reventar una embarcación de narcos frente a Venezuela, en lugar de hacerlo cuando su secretario de Estado se encontraba en México
Marco Rubio sirvió buen plato para la propaganda de la 4T: “Jamás hubo el nivel de cooperación que existe hoy entre México y EU”. Pero dejó un pelo en la sopa: “Actuaremos contra los cárteles como contra la lancha de ayer en el Caribe”. La que fue hundida con un misil.
Marco Rubio hasta aderezó el plato: “Tenemos una cooperación histórica con respeto a la soberanía”. Pero lo pasó de sal, para quienes están nerviosos por lo que digan Zambada y compañía: “Muchos presos que tenemos nos dan muchos testimonios y detalles”.
Lo demás fue lenguaje diplomático, a escuchar en la vida real como escuchamos un susurro de telas a la hora de dormir. Un susurro que, sin embargo, la presidenta hará sonar como banda militar, porque el acuerdo avaló su discurso.
Estados Unidos aceptó un pacto idéntico, en letra y espíritu, a los puntos que destaca a diario la presidenta como directrices de la relación bilateral:
-Respeto a la soberanía y a la integridad territorial
-Colaboración sin subordinación
-Responsabilidad compartida
-Confianza mutua
-Medidas contra flujos financieros ilícitos
-Control del flujo de combustibles ilegales
-Detenciones
-Combate al tráfico de drogas y armas, cada quien en su territorio
-Eliminación de túneles
-Intercambio de información
Pero Marco Rubio destacó el bombardeo que autorizó el presidente Donald Trump contra una lancha de narcotraficantes, pulverizada horas antes frente a las costas de Venezuela. “Sucederá de nuevo y quizá hasta esté sucediendo ahora mismo”, advirtió.
Con todo y sus suaves maneras para colaborar al éxito diplomático del lado mexicano, Marco Rubio mantuvo en su visita la esencia del discurso de Trump, quien el día antes dijo que México está dirigido por los cárteles de la droga.
Sí, Marco Rubio fue igual de enfático que su jefe: “Por decisión del presidente Trump, se actuará contra las organizaciones narcoterroristas que trafican droga y personas, como lo ocurrido ayer en el Caribe. No se va a permitir que esto siga”.
La verdad es que Estados Unidos pudo esperar otro día para reventar una embarcación de narcos frente a Venezuela, en lugar de hacerlo cuando su secretario de Estado se encontraba en México, país con más cárteles en la lista de narcoterroristas de Washington.
¿A poco fue esa lancha la única detectada por EU, luego de tres semanas de operaciones de siete buques de guerra y cuatro mil marines? ¿Y Trump, no pudo esperar otra ocasión para decir que México está dirigido por los cárteles?
Como sea, la de Marco Rubio fue una visita a la cual Sheinbaum podrá sacar buena lasca para comunicarse con sus bases. Mientras, el secretario de Estado salió de aquí para Ecuador, un país con el cual México rompió relaciones las diplomáticas.
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