Todavía hoy se desconoce cómo paga los gastos de su finca, o los de su esposa y un hijo viviendo en una zona de ricos en Madrid
Las vacaciones veraniegas de los gerifaltes de Morena rompieron, en boca de ellos mismos, el discurso de pobreza con que ganaron la presidencia. Explica su presidenta. “Aunque tengamos mucho dinero, tenemos que poner el ejemplo de la justa medianía”.
Pero pueden soportarlo todo, menos imitar los comportamientos de las clases altas. Así les pidió Luisa Alcalde manejar la lana:
“A lo mejor yo tengo los recursos para comprarme un abrigo de piel, pero no hay que hacerlo, porque somos dirigentes de un movimiento que tiene que poner el ejemplo de la justa medianía”.
La palabra “dinero” es la primera que tienen en la boca:
–“Pagué siete mil 500 pesos por noche en el hotel, con desayuno incluido”, explica Andrés Manuel López Beltrán sus vacaciones en el hotel The Okura Tokyo, cuyos precios en Internet indican que cobra a 50 mil pesos mexicanos la noche.
–“Me fui de vacaciones a Portugal, pagando con mis propios recursos”, explica Mario Delgado su estancia en Lisboa, donde fue fotografiado desayunando en el hotel Pousada, cuyos precios en Internet indican que cobra a 822 dólares la noche.
–“Solo pagué 100 euros por el desayuno”, explica Ricardo Monreal sobre sus vacaciones en Madrid, donde fue fotografiado en el restaurante Flor y Nata, hotel Rosewood Villa Magna, cuyos precios en Internet indican que cobra 2 mil 600 dólares la noche.
–“Mis zapatos no son caros”, explica Sergio Gutiérrez sobre el tipo de calzado que usa, marca Paul Parkman, cuyos precios en Internet indican que cuestan 12 mil pesos mexicanos, si son comprados en tienda, y seis mil si son comprados en e-Bay.
–“Mis joyas no cuestan lo que se dice”, explica Karina Barreras, esposa de Sergio Gutiérrez Luna sobre su collar Cartier de en oro y 18 diamantes (200 mil pesos), su anillo Tiffany Setting (un millón 116 mil) y su churumbela Tiffany Harmony (66 mil).
–“Mi boleto a París costó 141 mil pesos”, trata de ironizar Gerardo Fernández Noroña sobre su viaje a París en asientos de primera clase de Air France, cuyo precio en la página oficial de la aerolínea es de 140 mil pesos.
Es “dinero”, la primera palabra que sale de las bocas de quienes llegaron al poder colgados de la frase de su jefe López Obrador: “Vivo con 200 pesos y no tengo tarjetas de crédito”. Pero era mentira. Nunca vivió con 200 pesos.
Todavía hoy se desconoce cómo paga los gastos de su finca, o los de su esposa y un hijo viviendo en una zona de ricos en Madrid. Ni se sabrá, porque eliminó los organismos autónomos de transparencia pública, mediante los cuales podía saberse.
Morena los engañó. Como a unos niños de teta.
Así.