Les disgusta la frase, pero la verdad es que no son iguales que aquellos a quienes critican: son peores
Andrés Manuel López Beltrán, ya en 2009, usaba tenis Louis Vuitton; y en 2025 compra Prada en Tokio. El presidente de la Cámara de Diputados usa zapatos Magnani; y su esposa diputada, lentes Gucci Cat Eye y bolsa Hester Van Eeghen… sólo para un día de playa.
Más que por el mandato de López Obrador de “vivir con un solo par de zapatos”; en la 4T parecen estar infundidos por un trap de Bad Bunny: “Y siempre mucho Gucci, mucho Ferra, Louis Vuitton/ Nada raro que el dinero no pueda comprar”.
El grupo político en el poder tiene preferencias estéticas típicas en personas que adquieren dinero de manera súbita, y buscan desesperadamente adoptar los comportamientos asociados con las clases altas, a las que quieren imitar, con ostentación compulsiva.
Por ejemplo, Alex Tonatiuh Márquez Hernández, funcionario de la Agencia Nacional de Aduanas, gasta medio millón de dólares en relojes de pulsera de marcas afamadas: entre éstos, tiene un Vintage Rolex Oyster Perpetual Date Gold 34.
Márquez Hernández es encargado de perseguir ilícitos en operaciones de comercio exterior, según un reportaje de Reforma sobre sus relojes. Y El Universal informó que es investigado por recibir de 2019 a 2021, depósitos por 2.6 millones de pesos.
Uno de los casos más llamativos de la exposición de ropas y zapatos de marcas costosas, collares y lentes popularizados por reguetoneros, es el matrimonio de los diputados Sergio Gutiérrez Luna y Ana Karina Barreras. Y lo exhiben todo en sus redes sociales.
El periodista Jorge García Orozco, colaborador de EmeEquis, detalla gráficamente, y a diario en su perfil de X, las inclinaciones materiales de Gutiérrez Luna, presidente de la Cámara de Diputados; y su cónyuge, quien es diputada por el Partido del Trabajo.
Ana Karina Barreras usa un collar elaborado por Cartier, en oro rosa de 18 kilates y 18 diamantes, que cuesta 200 mil pesos. Su anillo de compromiso es un Tiffany Setting, de un millón 116 mil pesos, junto con una churumbela Tiffany Harmony de 66 mil pesos.
La esposa de Gutiérrez Luna era desconocida hasta que le molestó un post de una ama de casa en X, y su denuncia provocó que ésta tuviera que disculparse con ella a diario en esa red social. Pero exigió ocultar su nombre y apareciera como DATO PROTEGIDO.
El presidente de la Cámara de Diputados gusta de lentes de sol Ferragamo, de 11 mil pesos, y Channel Cat Eyes, de más de 20 mil pesos. Y, por otro lado, autoriza la compra de sillas al triple del precio original, para el recinto legislativo.
Les disgusta la frase, pero la verdad es que no son iguales que aquellos a quienes critican: son peores.