Las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la principal causa de muerte en México. La cardiopatía isquémica representa por sí sola casi el 13 % de los decesos globales
En días pasados ocurrió el lamentable caso de una maestra jubilada y taxista, quien fue secuestrada y encontrada días después sin vida, la versión oficial indica que murió de un infarto provocado por la violencia que recibió durante su cautiverio.
Desde un punto de vista médico, sí existen algunas condiciones que pueden explicar un desenlace así. El Síndrome de Takotsubo, o “síndrome del corazón roto”, es una condición cardíaca inducida por estrés físico o emocional extremo. Sus síntomas imitan a los de un infarto agudo al miocardio, aunque generalmente no hay obstrucciones en las arterias coronarias pero en ciertos casos puede ser fatal.
Más allá del caso específico, vale la pena subrayar: las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la principal causa de muerte en México. La cardiopatía isquémica representa por sí sola casi el 13 % de las muertes globales, según la OMS. En nuestro país, según datos del Gobierno de México, en 2021 perdieron la vida 220,000 personas debido a un padecimiento cardíaco, cifra que lo ubica como la principal causa de muerte en personas mayores de 55 años. Muchas de esas muertes son prevenibles si se detectan y atienden a tiempo.
Este caso, aunque doloroso, debe servirnos como un llamado urgente: revisar nuestra salud, atender factores de riesgo y actuar antes de que sea tarde. Diabetes, hipertensión, colesterol y triglicéridos altos no siempre dan síntomas claros, pero son los principales motivos de consulta en el primer nivel de atención, y silenciosamente matan miles cada año.
Te puede interesar: Objeto 3I/ATLAS cruza el sistema solar, ¿en verdad es una nave extraterrestre?
En México, la salud pública debe enfatizarse en ser preventiva, no sólo curativa; y eso no depende solo del gobierno o del personal de salud, sino de la población en general, estar en su peso ideal, reducir el consumo de alimentos procesados y realizar mínimo 150 minutos de ejercicio a la semana, son algunas medidas iniciales para reducir las complicaciones de muchas enfermedades.
Eso debe de dejarnos con un llamado de atención: hacerle frente a una revisión a nuestra salud, porque el corazón no solo falla por enfermedad, también reacciona al entorno, al estrés, y a todo aquello que el cuerpo no siempre logra procesar.
Por: Maximiliano Sánchez Téllez-Girón