El Proyecto 2025, inspirado en el asalto de Viktor Orbán a la democracia en Hungría, avanza vertiginosa y peligrosamente en Estados Unidos, disipando el ambiente de libertad, justicia y oportunidades
El Proyecto 2025, inspirado en el asalto de Viktor Orbán a la democracia en Hungría, avanza vertiginosa y peligrosamente en Estados Unidos, disipando el ambiente de libertad, justicia y oportunidades.
En sólo seis meses, el presidente Donald Trump logró la concentración casi absoluta de poder, sometiendo y controlando las Cámaras del Congreso y la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos, a la que trata de supeditar al Poder Ejecutivo, mediante la manipulación legal de aspectos logísticos, allanando el camino para sus planes.
Ahora Russell Vought, director de la Oficina del Presupuesto en la Casa Blanca y autor del Proyecto 2025, lucha por someter a la Reserva Federal al control presidencial, para forzarle a reducir las tasas de interés, más con una visión política, que económica.
El desplazamiento de un ejército de encapuchados, fuertemente armados, en ropas de civil y sin ostentar nombres, números o placas de policía, para secuestrar, sin mostrar órdenes de arresto a personas, solo por el color de su piel, mantiene al país bajo el terror e incertidumbre.
En California, Illinois, Texas o Florida y otros estados, la excesiva fuerza utilizada, no para capturar a criminales, sino a mujeres o niños, provoca una natural indignación y hostilidad, que podría derivar en agresivas manifestaciones y choques, con las que la administración podría desplazar más fuerzas armadas a todo el territorio nacional e, imponer un estado de excepción, suspendiendo los derechos constitucionales.
Y contra lo que pudiera pensarse, recientes encuestas revelan que 79% de estadounidenses está en favor de la política migratoria, contra 17% que no la aprueba, incluyendo votantes demócratas e independientes.
Lejos de la generación de empleos que prometió, el gobierno despide a decenas de miles de burócratas de carrera, especializados en diferentes áreas, para remplazarlos por incondicionales obedientes, continua planes para desaparecer el departamento de educación, Centro de Prevención de Enfermedades Infecciosas, la Administración Federal para el Océano y la Atmósfera y hasta la Agencia Federal de Manejo de Emergencias, en plena temporada de huracanes.
Esto, mientras intensifica campañas de acoso y amenazas contra las universidades o contra cadenas de televisión y medios impresos críticos, acusándoles de “violar leyes de protección al consumidor,” alentado por la efectividad de demandas judiciales que carecen de sustento legal, de acuerdo a expertos en la Primera Enmienda Constitucional.
ABCNews, tuvo que pagar 15 millones de dólares por supuesta presunta “difamación”, y prestigiados diarios como New York Times, Des Moines Register enfrentan amenazas similares.
En el caso de las cadenas CNN, CBS, NPR, PBS, NBC Universal y otras, a las que acusa de “distorsionar la información,” o usar programas contra Discriminación, Igualdad e Inclusión que quiere eliminar, Trump amenazó con abrir investigaciones de la Agencia Federal de Telecomunicaciones, FCC, a y a la agencia Prensa Asociada AP, por usar el nombre del Golfo de México, todo, en el marco de mayor intolerancia y de falta de respeto, al derecho Constitucional de libertad de expresión.
Los medios críticos, también han sido despojados de espacios de trabajo que tenían en la Casa Blanca y Pentágono, o negándoles el acceso a conferencias de prensa y reuniones en la Oficina Oval, bajo el argumento de que “la cobertura es un privilegio que se da a los medios.”
El primer presidente estadounidense convicto por 24 cargos criminales, ostenta ya un poder casi absoluto, sin el balance de pesos y contrapesos establecido en la. Constitución, con el despido de más de 50 Inspectores Generales Independientes, que sustituyó por incondicionales, que no opinan, sólo obedecen, como los legisladores republicanos, en tanto gobierna por Órdenes Ejecutivas, para evitar el tránsito de la mayoría de iniciativas por el Congreso, -poder encargado de legislar- mientras continúa rompiendo promesas que hizo antes de llegar al poder,
Igual que no cumplió en controlar la inflación, reducir precios de combustibles y alimentos, ahora dio marcha atrás en la difusión de la controversial lista de clientes del pederasta millonario Jeffrey Epstein, de quien antes decía “conocer durante 15 años, con quien era divertido estar” porque “estaba rodeado de mujeres, del lado más joven.”
Ahora, con sus típicas “realidades alternas”, Trump asegura que la “lista de Epstein, “fue elaborada por los expresidentes demócratas Barack Obama y Joe Biden y la candidata Hillary Clinton, para perjudicarlo políticamente, igual que -dice- hicieron con el dossier del exagente de inteligencia británico, Christopher Steel, aun cuando las redes sociales fueron inundadas con fotografías suyas con Epstein y mujeres.
En su campaña, Trump aseguró que difundiría la lista, esperando descubrir más políticos demócratas en ella, pero aparentemente la frecuencia de sus vuelos y visitas registrados, lo llevó a ordenar a la Procuradora General, Pamela Bondi, (quien ya había entregado carpetas a influencers pro-Trump con mucha de la información), no difundirlo, generando protestas y críticas de MAGA, su base y hasta la renuncia de Al Bongino, uno de sus simpatizantes a quien nombró subdirector del FBI.
En un tweet, Trump defendió a la Procuradora Bondy, de quien piden la renuncia, diciendo ha hecho un trabajo “fantástico” e invita a su base a poner atención mejor a temas como las trágicas inundaciones (a donde no envió la Guardia Nacional, donde realmente se necesitaba), atribuyendo ahora la lista a “lunáticos radicales liberales” y repasa sus habituales mentiras sobre sus “Emergencias” ficticias sobre la ficticia “invasión de indocumentados”, o el “injusto trato de socios comerciales” a quienes impone tarifas, que termina pagando el pueblo estadounidense:
La de una inexistente “amenaza” de trabajadores indocumentados, a los que atribuye cerca de 12 mil crímenes que, divididos entre 11 millones de personas sin documentos arrojan un porcentaje de 0.001090909091, o sea, el número más bajo en crimen, en comparación con quienes tienen documentos.
En el mundo, la política estadounidense, propicia la intensificación de sangrientos ataques, de Rusia, a quien Trump amenazó con sanciones económicas y con enviar más armamento a Ucrania, si no suspende su ofensiva, a lo que el Kremlin respondió que eso sólo prolongará el conflicto y el baño de sangre.
Y en el caso Israel, contra indefensos niños y mujeres Palestinos, que quiere expulsar, para apropiarse de Gaza y Cisjordania, ante la indiferencia del mundo.
Trump dejó de presionar a Benjamin Netanyahu, como agradecimiento por nominarlo al Premio Nobel de la Paz, ignorando que desde 2001, el primer ministro Israelí anunció planes de “infringir a los palestinos un dolor continuo e insoportable.”