Ojo con esto, no vayamos a estrenar un día la novedad de que el culpable fue el cartero
El huachicol de inicios del gobierno de López Obrador era de piquetes en los ductos y cubetas en la pepena. Era un huachicol artesanal.
El huachicol que nos muestran los decomisos de estos tiempos, es industrial. No hay piquetes ni cubetas. Hay barcos, pipas y carros de ferrocarril, cargados de combustible ilegal.
La industria negra es de tal volumen que adquirió el apellido de huachicol fiscal, porque es un gran hueco en las finanzas de Pemex y en las del gobierno.
Lo ha documentado Francisco Barnés de Castro, ex rector de la UNAM y presidente del Observatorio Ciudadano de Energía.
Entre 2018 y 2024, la pérdida para Pemex por el huachicol fue de 17 mil 300 millones de dólares. Por el mismo concepto, Hacienda dejó de cobrar 7 mil 550 millones de dólares en impuestos. La pérdida total, entregada al crimen por el gobierno, es de 24 mil 850 millones de dólares.
Solo en 2024, los huachicoleros se robaron 109 mil barriles diarios de petróleo, el 6% de la producción de Pemex. Se robaron también 59 mil barriles diarios de diésel, equivalentes a 17% del consumo nacional, y 11% del gas LP.
Entre 2018 y 2024, los años en que López Obrador dijo haber terminado con el huachicol, crecieron redes huachicoleras de tamaño industrial, se diría una nueva división de Pemex.
Hay Pemex Explotación y Producción y Pemex Transformación Industrial. Ahora vemos que hay también un Pemex Huachicol.
Pemex Huachicol es la hermana gángster de Pemex “Orgullo de México”, es el negocio criminal de mayor volumen que haya dejado crecer un gobierno a costa de su patrimonio petrolero. Es una red que chupa directamente del patrimonio de los mexicanos.
Me uno a quienes felicitan al gobierno actual por haber identificado circuitos y requisado cargamentos de Pemex Huachicol. También me uno a quienes les preguntan dónde están los responsables.
Porque han dado con un gran delito, invisible para López Obrador, pero no con los delincuentes materiales e intelectuales del atraco.
Ojo con esto, no vayamos a estrenar un día la novedad de que el culpable fue el cartero.