El 27 de junio, el Senado mexicano aprobó crear una clave única de registro de población obligatoria, con datos biométricos, huellas dactilares y fotografía
EU pidió a México el 28 de marzo compartirle los datos biométricos de los mexicanos. El 27 de junio, el Senado mexicano aprobó crear una clave única de registro de población obligatoria, con datos biométricos, huellas dactilares y fotografía.
En cambio, EU decidió dejar de compartirle a México información sobre temporada de ciclones. La Marina y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica informó que no distribuirá lecturas del Programa de Satélites Meteorológicos de Defensa desde julio.
La relación bilateral es desigual. La presidenta Sheinbaum lo advierte:
–Necesitamos una coordinación más clara, en casos como el de Ovidio Guzmán.
–Necesitamos reciprocidad para frenar el tráfico de armas; proceden de EU muchas armas de las utilizadas por el crimen organizado.
–Necesitamos información suficiente sobre la captura del Mayo Zambada.
–Necesitamos información sobre la muerte de un connacional en el Centro de Detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas en Stewart, Georgia.
–Necesitamos comunicación directa y no filtraciones a medios, como la propuesta del presidente Trump, de enviar tropas a México.
Sin embargo, la Casa Blanca parece omisa. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, reveló que, en marzo pasado, le pidió frente a frente a Sheinbaum compartir los datos biométricos con las autoridades estadounidenses.
“Le di una lista de cosas del presidente Trump. Era una reunión de media hora y nos reunimos casi dos horas. Ella fue receptiva”, dijo Noem, quien después acusó a Sheinbaum de promover las recientes protestas violentas en Los Ángeles.
Dos meses después de la petición de Trump, el Senado mexicano aprobó la ley general de Población, que crea, por primera vez en la historia el país, la CURP biométrica, con datos dactilares y fotografía, en formato físico y digital.
Viene desde el periodo de transición de López Obrador, el método de Trump de publicar acuerdos que la 4T pide que sean secretos. En noviembre de 2018, Washington Post publicó que Olga Sánchez Cordero acordó que México sería “Tercer País Seguro”.
El exsecretario de Estado, Mike Pompeo, dijo que se reunió con Marcelo Ebrard en Houston, antes de la toma de posesión de López Obrador y que Ebrard cedió a su pedido de que México aceptara a los deportados, pero a condición de que fuera en secreto.
Pompeo reveló que le contestó a Ebrard: “Mira, me vale un bledo lo que digas. Lo que sea que te ayude internamente, es cuestión tuya”. Trump dijo lo mismo, pero más fuerte. “Nunca había visto a nadie doblarse como Ebrard”.
Pura lumbre. Con la confianza política que goza en la 4T, La Jornada advirtió en noviembre:
“Mucho cuidado con el tono, chula, recomendaría don Lázaro. No se trata precisamente de una personalidad sensata”.