La OMS sugería en la pandemia sana distancia entre los individuos para evitar contagios; López- Gatell y su jefe Lopitos propagaban los abrazos inocuos
No quisiera equivocarme, pero estoy cierto de que mi papá me llevó de la mano a ver luchar al Médico Asesino -me parece que en contra de Gori Guerrero, no estoy seguro- a la pequeña arena que estaba en la esquina de las calles de Arteaga y Avenida Juárez, a media cuadra de la vecindad Victoria, en la que nací en Monterrey.
De lo que no tengo duda es haber visto subir al ring a Cesáreo Anselmo Manriquez González, con sus 125 kilos de peso, contando la máscara, vestido de blanco y con maletín en mano, subir al ring de la primera arena Coliseo de Monterrey, toda ella de madera, en una manzana de las calles de Salazar. Ya entonces le acompañaba otro enmascarado, vestido igual, y llamado El Enfermero. Lucha de parejas en relevos. Esa plaza de toros Coliseo, desapareció en 1952 a causa de un sospechoso incendio que liberó un terreno valioso en el corazón norteño y que fue el lugar de la antena de Canal 8 de televisión, el papá del Chavo del Ocho y de la hoy TV Azteca.
Manríquez González no tuvo el privilegio de recibir los elogios y apapachos del médico asesino de hoy en día. El luchador murió en su natal Chihuahua, víctima de cáncer, a sus 40 años de edad. Yo tenía 18.
El doctor Hugo López-Gatell Ramírez ha sido nombrado por el gobierno del cuatrote como representante de ese gobierno (NO de México) ante la Organización Mundial de la Salud, organismo de la ONU que se dedica a lo que se infiere. Es un cargo que no existe en el organigrama del gobierno de la señora presidente.
Debo hacer aquí una confesión íntima y profundamente sincera. En mi observar de la conducta de tantos gobernantes mexicanos de todo tipo y nivel, he aprendido a evolucionar de mi conducta rijosa y explosiva en mi primera juventud, a una actitud sobria, comedida y a veces tolerante, más tarde.
Hoy, a la señora presidente Sheinbaum, yo podría aceptarle con tolerancia decisiones abruptas o arrebatos hormonales: todos los tenemos.No dudaría ni un momento para pasar por alto en el juicio de la señora presidente caprichos emotivos ni perversas decisiones de venganza que, siendo injustas, pudieran ser resquicio de anteriores ofensas.Errores por ignorancia o incapacidad de valorar los elementos de prueba, todos hemos tenido. Se vale.
Lo que me niego a aceptar siquiera como hipótesis es la desfachatez mostrada por Claudia Sheinbaum Pardo al ratificar con énfasis y calor digno de mejores causas, el nombramiento de López-Gatell, el verdadero médico asesino, sin máscara, precisamente a la organización mundial que fue ofendida por López Gatell de la manera más sistemática y vulgar.
En el período del Covid 19 y los dos años de lucha en su contra, fue precisamente López-Gatell, el médico asesino, el que se empeñó en combatir como subsecretario de Salud de su país, y difamar las medidas universales de higiene púlica en contra de la pandemia, que la OMS procuraba difundir.
La OMS sugería en la pandemia sana distancia entre los individuos para evitar contagios; López- Gatell y su jefe Lopitos propagaban los abrazos inocuos. El mundo buscaba vacunas en contra del virus, y si las hallaba las aplicaba masivamene. López Gatell decalificaba la vacunación, bloqueaba el arribo de inmunizantes a México y recomendaba, con su jefe Lopitos y el obtuso secretario de Salud de entonces, Jorge Alcocer, Vick Vaporub en cataplasmas, oraciones, escapularios e infusiones.
La ilimitada desfachatez de doña Claudia se viste de cinismo.
Par que no quede duda, y saliendo al paso de las obvias opiniones, la señora presidente dijo a todos los vientos que nadie le impuso el nombramiento del médico asesino, que fue ella por su propia decisión, la que le está enviando a Ginebra.
Hay sitios a los que muchos mexicanos quisieramos enviar a otros mexicanos.
PARA LA MAÑANERA DEL PUEBLO (porque no dejan entrar sin tapabocas): Que alguien me explique.
El secretario de seguridad de México pesume en la tele, ya sea en spots de inteligencia artificial o en noticias insertas en los programas informativos, múltiples, abundantes y exitoos decomisos, detenciones, enfrentamientos y consignaciones de indiividuos dedicados al robo, almacenamiento, proceso y venta de hidrocarburos. eso que adoptó el nombre de huachicol.
Precisamente eso que el presidente Lopitos insistió a saciedad que ya no existía en México, que en su sexenio el huachicol había sido aniquilado.
¿De dónde saca García Harfuch entonces tanto delincuente? Sobre todo si ya no hay una casa productora de mentiras televisivas a cargo de García Luna.
Tuesday, July 1, 2025
17:14
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