El manejo de la pandemia de COVID en nuestro país se caracterizó por la ideologización, la falta de ética, la soberbia y la ineptitud. Y el líder de dicho manejo ahora se va con una beca de oro a Suiza
TEDROS ADHANOM GHEBREYESUS,
DIRECTOR GENERAL,
ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD:
+Ética: conjunto de normas morales
que rigen la conducta de una persona.
Diccionario de la Real Academia
Usted dispone de las estadísticas que indican que 40% de los fallecimientos ocurridos en México por el COVID-19 fueron en exceso y que el manejo de la pandemia en mi país fue uno de los peores en el mundo. Permítame contarle algunos detalles para que ponga color a sus datos duros.
El coronavirus tomó por sorpresa al mundo, pero su dispersión tardó tres meses en llegar a México; nada se hizo para tomar medidas preventivas y aprender de los errores y aciertos de los otros países. Para empezar, no hubo un consejo o comité de expertos que se allegara de la información más reciente sobre el comportamiento viral y qué era más eficiente para enfrentar la pandemia; todas las decisiones fueron unipersonales, o sea, las de Hugo López-Gatell.
Tampoco se dieron directrices a los gobiernos locales, de tal suerte que cada Secretaría de Salud estatal actuó como mejor pudo. Los médicos fueron dejados a su suerte; algunos de ellos, como el Dr. Paco Moreno, se organizó con colegas de EUA, Europa y Asia para sostener diariamente reuniones vía zoom a fin de ponerse al tanto. Fue así como supieron que los fallecidos por COVID generaban trombos, a partir de lo cual administraron anticoagulantes a los enfermos. ¿Cuántos pacientes se hubieran salvado si ese conocimiento hubiera sido compartido de inmediato y a nivel nacional?
Otros de los graves errores fueron no hacer suficientes pruebas, no romper las cadenas de contagio, utilizar un modelo equivocado para monitorear cómo se esparcía el virus y mantener una comunicación confusa y equívoca.
Por no contradecir al entonces presidente de México, López-Gatell no impuso el cubrebocas como medida sanitaria; fuimos los ciudadanos quienes tomamos la decisión. El expresidente es… ¿cómo describírselo? Bueno, es un populista y a lo largo de la pandemia tuvo actitudes tremendamente erróneas, como aquello de sacar un escapulario para defenderse del virus o decir en pleno pico de la pandemia que la gente de México “es mucha pieza” y habíamos domado al virus…
Como usted sabe, poco más de la mitad de los trabajadores mexicanos están en la economía informal, de tal suerte que si no laboran no tienen ingresos. Y el gobierno de la 4T, tan proclive a otorgar dádivas, no quiso implementar un programa de apoyo económico para esas personas que durante la pandemia eran muy vulnerables. Y no es que no hubiera recursos: lo que no hubo fue voluntad política de utilizar los fondos porque después se emplearon en megaobras faraónicas.
Para septiembre de 2020, cuando estaba por entrar la variante Ómicron, un grupo de académicos y servidores públicos del área de salud, miembros del Consejo Consultivo Ciudadano “Pensando en México”, presentaron la investigación denominada La gestión de la pandemia en México. Por supuesto fue ignorado, siendo que aportaba recomendaciones puntuales sobre los errores a corregir. Entre otras cosas, la investigación recomendaba cambiar la directriz “Si te sientes mal, quédate en casa”, porque para cuando el enfermo llegaba al hospital, era demasiado tarde.
Cuando llegaron las vacunas, el esquema de distribución fue tan bizarro, que la entonces directora del Sistema Nacional de Vacunación -muy exitosa, por cierto- renunció. Se empezó por inmunizar al personal de salud del sector público, pero se negó al personal del sector privado asumiendo que tenían recursos para irse a vacunar a EUA. ¿Usted cree que un técnico laboratorista, una enfermera o un afanador de un hospital privado dispone del capital para viajar al extranjero a vacunarse? ¿Usted cree que todos los médicos, incluidos los de consultorios adyacentes a farmacias, podían pagarse el viaje? Esta decisión nos habla de una reprobable ideologización del manejo de la pandemia y lo que es peor: México se ubicó en el primer lugar mundial de personal médico fallecido por COVID.
Después de las dos oleadas de vacunas con Pfizer, Moderna y Johnson&Johnson, López-Gatell tuvo la brillantísima idea de aplicar las vacunas Abdalá y Sputnik, que carecían de las tres fases clínicas de pruebas, además de ser poco útiles para la variante Ómicron. Más aún, ambas vacunas fueron aprobadas en México en septiembre de 2023, mientras que las producidas por Pfizer y Moderna esperaban impacientes la autorización de la COFEPRIS para ser distribuidas fuera del circuito gubernamental.
El espacio se me acaba, doctor Tedros, así que le sugiero leer el Informe de la Comisión Independiente sobre la Pandemia de COVID-19 en México. Aprender para no repetir (2024). Ahí encontrará un recuento detallado de todo lo que se hizo mal en relación con el COVID-19 en México, que fue todo…
Usted concluirá que el manejo de la pandemia de COVID en nuestro país se caracterizó por la ideologización, la falta de ética, la soberbia y la ineptitud. Y el líder de dicho manejo ahora se va con una beca de oro a Suiza. Esto solo pasa en un México dominado por la 4T. Lamento mucho que mi país esté tan pésimamente representado.
Con la colaboración de Upa Ruiz
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