
Como parte de su programa “Life’s Good”, LG proyectó en la institución Villa de las Niñas una selección de cortometrajes
Más de tres mil niñas y adolescentes de la institución educativa Villa de las Niñas vivieron una experiencia cultural única gracias a la iniciativa de LG Electronics, que llevó una función especial de su Festival de Cine OLED directamente a uno de sus auditorios. El evento ofreció a las estudiantes, muchas de ellas provenientes de comunidades indígenas, una ventana al arte y las tradiciones de México a través del séptimo arte.
La selección incluyó cortometrajes aclamados que se presentaron originalmente en la Cineteca Nacional durante la inauguración del festival en abril de 2025. Las obras proyectadas fueron “Gina” de David Diomedes, “Mi abuela Matilde” de Miguel Anaya y “Una mariposa en mi corazón” de Gabriela Badillo, piezas que se centran en las lenguas, rituales y costumbres de los pueblos originarios del país.
Para la función, se acondicionó un auditorio del centro educativo para crear una atmósfera inmersiva, buscando que la experiencia fuera inolvidable para un público que raramente tiene acceso a este tipo de eventos culturales.
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Estamos convencidos de que la tecnología puede ser una herramienta poderosa para inspirar, educar y transformar vidas. Por eso, llevamos lo mejor del Festival de Cine OLED a Villa de las Niñas, en donde además ya existe un ecosistema de productos LG que facilita el aprendizaje, la vida diaria y la formación integral de las alumnas”, explicó Daniel Aguilar, director de Comunicación Corporativa de LG Electronics México.

Villa de las Niñas es una institución que alberga y forma a miles de niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad. La colaboración con LG no es nueva; el centro ya cuenta con un ecosistema de productos de la marca que incluye más de 70 pantallas en aulas y áreas comunes, proyectores láser, 24 lavadoras de gran capacidad y 10 estufas para las clases de gastronomía.

La llegada del festival a esta comunidad representa un acto de inclusión y una apuesta por el poder transformador del arte. En un lugar donde las jóvenes reciben formación escolar, espiritual y humana, el cine se convirtió en un recurso adicional para alimentar su curiosidad, creatividad y fortalecer su sentido de identidad, reflejando en la pantalla grande las diversas raíces que conforman México.