Marco Rubio, secretario de Estado de EUA, está planeando venir a México para reunirse con la presidenta Sheinbaum. Y no sé si van a llegar a acuerdos o van a salir chispas
LIC. JESÚS RAMÍREZ CUEVAS,
COORDINADOR DE ASESORES
PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA:
Imparcial: ecuánime, equitativo, justo.
Diccionario de la Real Academia
Marco Rubio, secretario de Estado de EUA, está planeando venir a México para reunirse con la presidenta Sheinbaum. Y no sé si van a llegar a acuerdos o van a salir chispas.
En su comparecencia ante la Cámara de Representantes, Rubio declaró con respecto al gobierno mexicano, lo siguiente: “Hemos tenido varios, diría yo, aspectos irritantes, pero también áreas de cooperación. Nuestra interacción ha sido bastante positiva.(…) Las autoridades tienen la intención de ir detrás de los cárteles, queremos ayudarles en esa labor y brindarles información para combatir a esos grupos criminales.” Cualquiera diría que es un comentario halagador, pero yo no me confiaría.
Los medios estadounidenses hacen un retrato crítico de Rubio a partir de la mutación que ha manifestado en sus posicionamientos políticos. Mientras estuvo en el Senado, don Marco era un firme defensor de las alianzas tradicionales de EUA, de la ayuda estadounidense a los problemas sociales de otros países y la defensa de los valores democráticos. Ahora, como secretario de Estado, sigue a pie juntillas la política del inquilino de la Casa Blanca; como dijo uno de sus colaboradores: “El presidente establece la agenda y los objetivos, luego el Departamento de Estado desarrolla la política.”
Seguir la visión trumpiana ha implicado el desmantelamiento de la Oficina de Ayuda de EUA (USAID, por sus siglas en inglés), la cual permitía a nuestro vecino manejar de acuerdo con sus intereses el “poder blando”, pues lo mismo daba fondos para clínicas de salud en países subdesarrollados en problemas -como es el caso de la hambruna en Sudán-, a cambio de ciertas concesiones, que fondear a Ucrania en su enfrentamiento con Rusia o apoyar organizaciones de la sociedad civil que defienden los valores democráticos. Como ves, Jesús, los trumpianos solo creen en el “poder duro”.
Los principales temas de interés de Rubio con respecto de México son dos: migración y crimen organizado. Por lo que hace al primero, la política trumpiana no es dura, es de una xenofobia extrema. México ha cooperado continuamente en la contención de migrantes en nuestra frontera sur; lo anterior, además de la propaganda alarmista de la secretaria Kristi L. Noem de cómo podrán ser tratados, ha disminuido notablemente el número de cruces en nuestra frontera norte.
Pero la política migratoria estadounidense va más allá y está siendo acusada de discriminatoria por el color de la piel. El día de ayer, el gobierno estodunidense ordenó a la Universidad de Harvard cancelar su programa de estudiantes y visitantes de intercambio, bajo la acusación de que permite el ingreso de jóvenes con valores “antinorteamericanos y proterroristas”. Una postura igualmente ruda es la que ha tomado hacia los venezolanos que se encuentran en EUA bajo el Estatus de Protección Temporal por el peligro que corrían en Venezuela; ahora pretende mandarlos de regreso. En contraste, ha abierto la puerta a ciudadanos blancos de Sudáfrica -los llamados afrikaners- que discrepan del gobierno conformado por negros.
Por lo que hace al segundo tema de interés de Marco Rubio, el combate al crimen organizado, éste se desglosa en varias ramas. Empecemos por la parte amable: finalmente los EUA han aceptado que la venta indiscriminada de armas ha contribuido a que éstas entren a nuestro país para incrementar la capacidad de fuego de las organizaciones criminales. Hasta ahora no ha definido qué hará al respecto, pero promete tomar cartas en el asunto. Mmmm…
Otro los afanes de Rubio acelerar las extradiciones de los sujetos criminales que son de su interés. Supongo que con los nuevos jueces pro 4T se podrán satisfacer sus deseos, el asunto es a quiénes está dispuesto nuestro gobierno a entregar a EUA y si está listo para cargar con las consecuencias, porque no serán uno o dos maleantes. Con otra, Jesús: qué imagen dará la administración Sheinbaum a los mexicanos si los malhechores importantes, que tanto daño han ocasionado a México, van a ser juzgados en EUA.
Y, desde luego, el principal tema de interés de Rubio es detener la producción de fentanilo y su tráfico a EUA. En los meses que lleva la administración Sheinbaum, han sido constantes las detenciones de malhechores y los decomisos, y no se ve que piense cambiar de estrategia. Aquí surge una pregunta: qué entiende Rubio por “cooperación”. El cuestionamiento viene al caso porque la Agencia de Inteligencia del Departamento de la Defensa ha reconocido que en su país también hay narcotraficantes, solo que ¡culpa a los mexicanos de haberlas creado! No se hacen cargo de la parte que les toca, ni tampoco cabría esperar de los trumpianos un trato de iguales.
El espacio de me acaba, Jesús, así que te comparto una anécdota reveladora. En su comparecencia ante el Senado, Marco Rubio respondió a las críticas de la oposición diciendo: “Nuestra política exterior no tiene por qué ser imparcial”.
No hace falta decir más.
Con la colaboración de Upa Ruiz
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