Una activista voluntaria en el centro de atención, denunció que las autoridades húngaras tratan como animales a los migrantes sirios.
Ante la llegada de cientos de migrantes sirios a Hungría, una activista captó el momento en el que en un campo de refugiados la policía húngara aventaba la comida a los inmigrantes como si se tratara de animales.
Michaela Spritzendorfer, se ofreció como voluntaria en el campo de refugiados de Röszke, en la frontera con Serbia, donde se hace la entrega de comida, ropa y medicamentos para los migrantes sirios.
La activista se encontraba en el área 1 del campo cuando presencio cómo la policía húngara ataviada con cascos y protección antimotines, lanzaba bolsas con comida a un grupo de refugiados quienes se peleaban por las bolsas que caían al azar.
En el video se aprecia también a mujeres y niños esperando un poco de comida mientras los hombres se pelean y amontonan por las bolsas de comida que la policía avienta.
“Es indigno que a personas que han pasado meses huyendo de la guerra y que llegan a Europa buscando seguridad, se les trate como a animales, con policías arrojándoles bocadillos porque son incapaces de organizarse para entregar a 150 o 250 personas un bocadillo”, manifestó Spritzendorfer a la agencia EFE.
https://www.youtube.com/watch?v=RREyoA1bvZA
Por su parte el Observatorio de Derechos Humanos (HRW) dio a conocer, mediante un comunicado, que estas condiciones de los refugiados son “inhumanas e insostenibles”.
“El Gobierno húngaro, con la ayuda de la Unión Europea y los socios de las Naciones Unidas, debería adoptar medidas para poder cumplir con sus obligaciones de proteger a las personas y tratarlas de una forma humana”, informó Peter Bouclaert, director de emergencias de HRW.
Con información de La Nación
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