La opacidad, la paranoia y la rivalidad no nos ayudan a tener una mejor relación con nuestro principal socio comercial
LIC. MARCELO EBRARD,
SECRETARIO DE ECONOMÍA:
El que a dos amos sirve,
Con uno queda mal.
Refrán popular
El día de ayer, LatinUs difundió un reportaje sobre una empresa china recientemente radicada en Sonora, la cual además de estar en un franco conflicto de intereses, es justamente el tipo de maniobras de las que tanto se queja Donald Trump.
Seguramente tú ya lo conoces, pero por los lectores que nos acompañan, permíteme hacer un breve resumen. El hijo del gobernador Alfonso Durazo fue compañero de estudios del hijo del dueño de Mainland Headware (MH), así que se pusieron de acuerdo para ser “autores emocionales del proyecto” (Durazo dixit) para que dicha manufacturera se ubicara en Agua Prieta. Para ello, MH creó dos filiales en México.
Hasta ahí todo iría bien, solo que el gobierno estatal no solo donó un terreno de 150 hectáreas, sino que exentó de impuestos a MH y, con la novedad que en ese sitio le autorizó un recinto fiscal, donde no se pagan impuestos por la maquila de productos que exporta a EUA. Como dice Trump, la típica empresa china que llega por la puerta de atrás al país vecino.
Hay otros enjuagues entre el hijo del gobernador, funcionarios del gobierno y MH, pero eso nos aleja del tema que hoy quiero abordar; solo consigno que según documentos oficiales obtenidos por LatinUs, el secretario del Bienestar de Sonora es el administrador único de las filiales.
Volviendo al tema de China, la idea de limitar las importaciones chinas y de países asiáticos de bajo costo en manufactura no sólo es idea de Trump. Durante 2024, el gobierno de Biden disminuyó en 20% dichas importaciones, lo cual equivale a 105 mil millones de dólares, según el Índice de Relocalización elaborado por la consultora Kirney (Made in America: Here to stay?) En contraste, las importaciones provenientes de México superaron por primera vez a las orientales, al crecer en 32% y llegar a 422 mil millones de dólares; o sea, ya somos el primer exportador.
Entre el temor a China, la ruptura de las cadenas de proveeduría y el Make America Great Again, las compañías estadounidenses y los consumidores muestran una ligera tendencia a adquirir productos truly american, pero no está tan fácil. A pesar del gran apoyo recibido por la industria manufacturera estadounidense por parte de los sectores público y privado, todavía sufre la escasez de mano de obra calificada, un alto costo de los salarios y un déficit en infraestructura.
Así las cosas, algunas empresas estadounideneses vieron otra manera de solucionar el problema (y aquí está el doble juego de los gringos): sugirieron a sus proveedores chinos acortar la cadena de suministro, para lo cual lo ideal era asentarse en México y así ha ocurrido. Qué tanto han invertido los chinos en nuestro país no es del todo claro, pues algunas inversiones se han canalizado a través de subsidiarias de EUA o de otros países, lo mismo que por medio de coinversiones entre empresas mexicanas y chinas.
Para darse una idea, Kearney sugiere echar un ojo a dos posibles indicadores. El primero, la cantidad de visitantes chinos a México, cifra que creció 84% de 2022 a 2023; el segundo, el número de contenedores transportados por vía marítima, el cual creció 35% durante el mismo perído y, para 2024, aumentó 60%. De hecho, los parques industriales están siendo ocupados por empresas de origen chino, donde producen partes para las industrias automotriz, electrónica y bienes de consumo, justo las que le ponen a Trump más naranja.
Como sea, investigadores del IPADE estiman que la inversión directa china en México ha crecido a una tasa promedio de 50% desde 2018 (Estefan y Rodríguez, Americas Quarterly, 13/01/2025). No es de extrañar que el presidente Biden propusiera que autos armados en México, pero con software y hardware chinos, no pudieran circular en las carreteras estadounidenses; la iniciativa no prosperó, pero vete tú a saber si a don Donald se le antoja hacerla firme.
¿Qué necesita México para ofrecer a EUA “la enchilada completa” a EUA? Primero que nada, mejorar su infraestructura para logística, pues está bastante por debajo de China, según lo indica el índice de desempeño en este ámbito elaborado por el Banco Mundial (3.7 frente a 2.9). A los expertos les preocupan tres rubros en los que consideran deficitario a México: energía y agua, además de la dependencia de las importaciones de gas. Me pregunto si la apuesta del Plan México por los ferrocarriles, así como las inversiones en generación de energía tienen que ver con esto; en el primer caso sería para abaratar el transporte de carga y no saturar las carreteras.
Hay otra faceta sobre la relación México-China que inquieta mucho a los estadounidenses. No es solo que China Railway participe en los proyectos de infraestructura del tren ligero Xochimilco-Taxqueña, las mejoras al Metro de la CDMX y hasta el Tren Maya, sino que 10 empresas chinas vinculadas al aparato militar del titán oriental tienen presencia en México. Por ejemplo, Huawei es un jugador relevante en las telecomunicaciones, mientra que Dahua y Hikvision proporcionan equipos de vigilancia, incluidos los de seguridad pública utilizados en Chihuahua y Coahuila (Estefan y Rodríguez, op. cit.).
En fin Marcelo, que la opacidad, la paranoia y la rivalidad no nos ayudan a tener una mejor relación con nuestro principal socio comercial.
Suerte en tus negociaciones.
Con la colaboración de Upa Ruiz
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