Son respuestas que tendrá que dar el gobernador de Sinaloa y la misma FGR porque sus investigaciones llevan a un narcogobierno en Sinaloa, con todo y el apoyo en su momento del hoy expresidente López Obrador
Tienen del derecho a quejarse, pero no a ser injustos, como lo son.
Florestán.
El miércoles 24 de julio todo quedó listo para que al día siguiente se reunieran en la finca Huertos del Pedregal, en Culiacán, Joaquín Guzmán López, hijo de El Chapo Guzmán, Ismael El Mayo Zambada, el diputado federal y exrector de la Universidad de Sinaloa, Héctor Cuén y, se informó, el gobernador morenista, Rubén Rocha, para arreglar, se dijo, un diferendo entre éste y Cuén por el control universitario.
De acuerdo a la misma información, Zambada había aceptado el encuentro por encontrarse en confianza con el gobernador.
Al llegar, lo primero que vio Zambada es que Rocha no estaba, pero sí los otros dos. Que los escoltas de Guzmán López mataron a Cuén y que a él lo sometieron y subieron a un avión, toda la operación a cargo del hijo de El Chapo, y al aterrizar en Nuevo México lo detuvieron agentes del FBI.
Y a partir de entonces, todo fue un juego de complicidades, empezando por la Fiscalía de Sinaloa, a cargo de Sara Bruna Quiñonez, que informó que Cuén había sido asesinado aquella misma noche pero en un intento de robo en una gasolinera de Culiacán y que murió en un hospital. Y 18 días después, subió un video para documentar dicho asalto y asesinato, que había negado Zambada.
Este sábado, la Fiscalía General de República confirmó que Cuén fue asesinado en el punto de reunión y no en la gasolinera.
Ahora pregunto: ¿Quién decidió el montaje que presentó la fiscal Bruna, cómo consiguieron el cadáver del diputado si dijeron no saber el punto de encuentro, porqué, para qué, quién dio la orden de la puesta en escena?
Son respuestas que tendrá que dar el gobernador de Sinaloa y la misma FGR porque sus investigaciones llevan a un narcogobierno en Sinaloa, con todo y el apoyo en su momento del hoy expresidente López Obrador.
RETALES
- JUSTICIA.- La justicia mexicana no alcanza a los grandes capos: El Chapo Guzmán y Genaro García Luna, fueron sentenciados por el juez Brian Cogan de una Corte Federal de Nueva York. A él le corresponde el proceso a Zambada, y la jueza del distrito Norte de Illinois, Sharon Johnson Coleman, en Chicago, inició ayer los procesos a los hermanos Guzmán López, Joaquín y Ovidio;
- CHIAPAS.- Está dominado por el crimen organizado que se extendió a ese territorio. Hace poco asesinaron al alcalde de San Juan Chamula, Domingo López y el domingo, en San Cristóbal, al presbítero, Marcelo Pérez, un sacerdote tzotzil reconocido por su lucha contra la injusticia. ¿Qué sigue?; y
- MENSAJE.- El rector de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas, mandó un mensaje: La defensa de los derechos fundamentales, el respeto a la división de poderes y el robustecimiento de marcos constitucionales, son imperativos para respaldar los procesos de paz y desarrollo. Espero que Claudia no abra ese frente y se enganche con la UNAM, como su antecesor.
Nos vemos mañana, pero en privado
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