El presidente López Obrador se desentendió por completo de la violencia en México; se va por la puerta de atrás
* El Presidente se desentendió por completo de la violencia en México; se va por la puerta de atrás
* Ulises Lara tiene los méritos suficientes para encargarse del rol protagónico de CSI Iztapalapa
* A Máynez y a su (dizque) ‘nueva política’ no les van a alcanzar los números el próximo 2 de junio
MÉXICO ROJO.- Desde muy temprano en su sexenio, el Presidente López Obrador fijó muy sólidamente cuáles iban a ser sus prioridades y entre éstas jamás consideró la seguridad de los poco más de 120 millones de mexicanos que habitamos esta gran nación. Su promesa de campaña de pacificar a todo el país apenas le calzaran la banda presidencial sólo fue eso: Una promesa de campaña. Entre evasivas, burlas y su muletilla de los otros datos, el tabasqueño dejó que se le acumularan los días, las semanas, los años… y los muertos. Rodeado de incompetentes y de incapaces, siendo los principales Alfonso Durazo Montaño y Rosa Icela Rodríguez Velázquez, el Primer Mandatario y su indiferencia vieron cómo, de una en una, las víctimas de homicidio doloso en México alcanzaron la cifra de 186 mil 206 (número oficial hasta el día de ayer, de acuerdo a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, o sea un dato del propio Gobierno Federal), una cantidad espantosa que supera y desborda la ya de por sí inaudita cifra que se registró durante el sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018), que fue de 130 mil 626 asesinatos violentos. Pero el Presidente López Obrador ni suda ni se acongoja, para él nada de lo malo que ocurre en este país es su responsabilidad. A él le basta con repartir culpas, poner pretextos o argumentar que los neoliberales le heredaron este desastre. A él ni lo volteen a ver, porque en estos momentos está muy ocupado peleándose con el que se deje y, pues sí, como ayer él mismo lo dijo: “No hay más violencia, hay más homicidios”. Total… al fin que él ya se va.
TALENTO DESPERDICIADO.- No cabe duda que como México no hay dos. Y si no me creen, déjenme les pongo como ejemplo al excelentísimo Ulises Lara López, titular de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) y que en enero se puso bajo el reflector porque obtuvo su título (gracias a una universidad patito) y su cédula profesional como licenciado en derecho en tiempo récord (24 horas) para poder asumir dicho cargo. Pues ahora resulta que don Ulises también es un expertísimo osteólogo, pues tras el hallazgo que hicieron madres buscadoras encabezadas por la sonorense Ceci Flores de un cementerio clandestino localizado entre las alcaldías de Iztapalapa y Tláhuac hace una semana, el fiscal capitalino de inmediato (en tiempo récord) concluyó que los restos óseos encontrados ahí pertenecían a perros muertos, haciendo palidecer a los eficientes Gil Grissom y Horatio Caine de C.S.I. Las Vegas y C.S.I. Miami, respectivamente. ¡Caray!, ¿para qué desperdiciaron tanto tiempo en intentar resolver resolver el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, incluso mandando a analizar restos óseos a Insbruck, Austria, lo que toma meses por realizar, eso sin contar los millones de pesos que eso cuesta, si aquí tenemos a este detective de capacidades superlativas? Este policía no lo tiene ni Scotland Yard, aunque todavía no nos aclara porqué se destacamentó a 20 miembros de la Guardia Nacional para cercar el área y qué sentido tiene quemar huesos de perros.
GOLPE DE REALIDAD.- El candidato presidencial por Movimiento Ciudadano (MC), Jorge Álvarez Máynez no entiende que no entiende. Una cosa son las redes sociales y otra muy distinta son las urnas. Está a 26 días de descubrir que a la nueva-vieja política sólo le alcanza para un irrelevante tercer lugar. Pero mientras, le puede seguir jugando al esquirol, a nadie le hace daño.
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