El rescate de Pemex pasaba por dos tareas mayores: disminuir la deuda de la empresa y acabar con la colusión entre funcionarios, contratistas y el sindicato petrolero
El temperamento tropical rompió la narrativa del director general de Petróleos Mexicanos, Octavio Romero, uno de los tabasqueños más leales, pero también más atrabancados en la Cuarta Transformación.
Nadie duda de su cercanía al Ejecutivo federal —los une una amistad que se ha prolongado cinco décadas y dos largas etapas en el servicio público— y ahora, después de los calificativos que endilgó a los diputados panistas en San Lázaro, nadie duda de su carácter explosivo.
Al margen de los epítetos, queda el balance de sus casi cuatro años al frente de Pemex. El Ejecutivo federal se encargaría de acabar con la reforma energética de los dos gobiernos anteriores, pero Romero Oropeza quedó a cargo de dos tareas difíciles de cumplir: rescatar a la empresa y garantizar la soberanía energética.
Antes, de manera muy dolorosa, tuvo que afrontar el mercado ilícito de hidrocarburos, visibilizado por la explosión de Tlahuelilpan, Hidalgo. Las dimensiones de esa tragedia, pero sobre todo la implicación del “pueblo bueno” en el pinchado de los ductos fue un punto de inflexión para la estrategia de combate a la corrupción en la petrolera mexicana.
El robo de combustible ha disminuido 90% en lo que va del actual sexenio. Entre 2019 y 2022 se ha registrado un promedio de 5.7 millones de barriles diarios extraídos ilegalmente, mientras que en el 2018 —de acuerdo a los cálculos más recientes— hubo un desfalco de 56 millones de barriles diarios.
La extracción ilegal de gas licuado era de 13.6 millones de barriles en el 2018; el promedio en los cuatro años de la actual administración es de 6 millones de barriles diarios, una disminución al 55% en los gasoductos de la red de Pemex.
El rescate de Pemex pasaba por dos tareas mayores: disminuir la deuda de la empresa y acabar con la colusión entre funcionarios, contratistas y el sindicato petrolero. El maxiproceso contra Emilio Lozoya no fue tema… por ahora.
Ante los legisladores, Romero Oropeza dijo que si bien aun tiene una gran deuda, esta acumula dos años de descenso continuo. Baja y que se ha trabajado para cubrir los pasivos heredados.
La estrategia de combatir el robo de combustibles generó ahorros estimados para Pemex en tres años y nueve meses ascienden a 117,387 millones de pesos. Adicionalmente, al comercializarse formalmente estos productos, se estiman beneficios totales para el Estado por 166,471 millones de pesos, luego del cobro de 50,000 millones por IVA e IEPS.
Antes de su exabrupto, Romero Oropeza reconoció públicamente que los planes para rescatar a la empresa y garantizar la soberanía del sector energético fueron muy ambiciosos. Y que a pesar de los buenos resultados, no podían estar satisfechos por su desempeño. Tienen dos años para cumplir con las metas. ¿Y la autosuficiencia en la producción de gasolinas?
Efectos secundarios
JUZGADOS. Bajo cargos de peculado, uso ilícito de funciones y abuso de autoridad, siete exintegrantes del gabinete de Jaime Bonilla debieron presentarse ante un juez de control. Solo el exsecretario general del Gobierno de Baja California, Amador Rodríguez Lozano, quedó absuelto de las acusaciones formuladas por la administración entrante, por la asignación de un contrato a la firma Next Energy para construir una planta fotovoltaica en Mexicali. Dos exoficiales mayores y los extitulares del Agua, de Hacienda, y de Desarrollo Urbano quedaron sujetos a proceso. El exmandatario morenista tiene fuero.
¿SILENCIADOS? Desde finales de la semana pasada, la plataforma donde podía accederse a miles de documentos sustraídos de la oficina del secretario de la Defensa Nacional está cerrada. Los equipos de periodistas que buceaban en esas bases de datos esperan pacientemente que los accesos sean restablecidos.
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