Si te vas a dedicar a la política, el único consejo que te puedo obsequiar es que siempre procures no sembrar tormentas, porque tarde o temprano vas a terminar cosechando tempestades
* El esposo de Irma Eréndira acabó pagando muy caro por sus traiciones
* Elena Chávez asestó un cañonazo editorial con “El Rey del Cash”
* #GuacamayaLeaks: El titular de SEDENA tiene que salir a hablar con la verdad
EL QUE A HIERRO MATA…- Si te vas a dedicar a la política, el único consejo que te puedo obsequiar es que siempre procures no sembrar tormentas, porque tarde o temprano vas a terminar cosechando tempestades. Y si no me quieres creer, échale un vistazo (aunque sea de reojo) a lo que recién le acaba de ocurrir a John Mill Ackerman Rose, esposo de la hoy ex titular de la Secretaría de la Función Pública (SFP), Irma Eréndira Sandoval Ballesteros. El académico de origen estadounidense, literal, se le quiso poner a Sansón a las patadas y salió con un patadón marca llorarás. Durante un tiempo ocupó sus espacios televisivos y editoriales (en Canal Once y en el diario “La Jornada”) para criticar los modos y las formas del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y al final la liga que tanto estiró acabó por reventarse: Por influencia y presión de alguien ubicado “más arriba” que él en el organigrama morenista tanto su programa de televisión como su columna editorial le fueron retirados y ahora, valiéndose de la democracia que permea en las redes sociales, acusa censura, intolerancia, desprecio y menosprecio hacia él y su trabajo. *** Acostumbrado a sortear el acoso y la represión de la que fue víctima durante los regímenes calderonista y peñista, John jamás imaginó que viviría la misma situación con el obradorato del que el forma parte (¿o formaba?). Pero su estilo punzante e incluso arrogante terminó por pisarle los callos a alguien muy, pero muy cercano al Presidente Andrés López Obrador y las consecuencias ahí están ya, a la vista de todos y al igual que su defenestrada esposa, el también profesor universitario y activista ahora sufre el desdén tanto de su partido como el de su “comandante en jefe”. Sin embargo, más allá de tomar partido por él o darle la razón a quienes lo cepillaron de sus espacios, bien valdría criticarle a John su falta de colmillo, pues jamás puso sus barbas a remojar tras lo que le hizo la llamada 4T a su propia esposa, que la usó y la desechó. *** Además, ¿a quién se le ocurre patear el pesebre?, ¿acaso nunca te pusiste a reflexionar que tus críticas a Morena iban a provocarle comezón a algún morenista importante (se dice que el presidente nacional de los guindas, Mario Delgado Carillo fue quien pidió su cabeza). Por muy valioso que pudieses ser a tu causa, no pensaste por un instante que el Gobierno (o sea, Morena) es el dueño de Canal Once y que “La Jornada” (o sea, a señora Carmen Lira) tiene un jugosísimo negocio sexenal con ese mismo Gobierno que hoy, al parecer, te está desterrando de la peor manera. Así que no llore… ¡agarre piedras!
CASH, CASH, CASH.- Tremenda ámpula la que levantó el libro “El Rey del Cash”, editado por Grijalbo y escrito por Elena Chávez (con prólogo de la polémica y siempre solvente Anabel Hernández). La coyuntura, como se esperaba, explotó brutalmente en las redes sociales, con opiniones muuuuuy divididas y varios actores políticos haciendo circo, maroma y teatro para desacreditar y minimizar los señalamientos hechos por la periodista en este volumen. *** ¿Lo que se dice en este libro (el cual, por cierto, ya estoy leyendo para cuando menos poder tener un contexto atingente y asertivo para poder hablar del tema) es verdad, es mentira es ficción? Eso es totalmente subjetivo. Pero lo que sí es un hecho es que cuando menos se le debe conceder el beneficio de la duda a la autora, principalmente porque ella estuvo, durante un larguísimo periodo, viviendo dentro de las tripas de la bestia. Si alguien se siente difamado o mancillado en su honra por “El Rey del Cash”, ¡fácil!, que acuda a las instancias pertinentes a denunciar a la responsable de redactar este documento. Sin embargo, en este juego del “ella dijo-yo desmiento categóricamente” que se presentará durante estos próximos días, semanas, meses y quizá años, irreductiblemente habrá quienes resulten muy raspados, entre ellos el canciller Marcelo Ebrard; Alejandro Esquer Verdugo, secretario particular del Presidente López Obrador; Mario Delgado, el líder nacional Morena y el propio César Yáñez, hombre muy cercano al tabasqueño, ex pareja sentimental de Elena Chávez y actualmente pertrechado en una subsecretaría en Gobernación. En vía de mientras, el libro ya está agotadísimo, seguramente en Grijalbo ya están pensando en una segunda, en una tercera y en una millonésima edición porque ha sido ¡un verdadero trancazo!
COMO ANILLO AL DEDO.- Y mientras todo mundo anda en la baba por “El Rey del Cash”, con tiros y troyanos dándose hasta con la cubeta por los dichos de Elena Chávez, porque unos la condenan y otros la defienden, en Palacio Nacional están sumamente complacidos con este bombardeo mediático, pues así la atención ha dejado de centrarse en los #GuacamayaLeaks y lo que si se debería considerar como un verdadero escándalo, porque a diario aparecen por todos lados filtraciones de los 6TB que se robaron los autodenominados hacktivistas. Ya es hora de que el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), Luis Cresencio Sandoval González, salga a decir esta boca es mía y que le explique a toda la nación sobre esta delicadísima coyuntura, sobre todo con respecto a los correos electrónicos que se autoenvió y que incluyen información que atañe a la seguridad nacional del país. Especialistas en ciberataques aseguran que México está en peligro de que sus instituciones colapsen por el tema de la altísima corrupción que quedó al descubierto con este hackeo. De verdad, con Luis Cresencio, tiene que dar la cara y decirle a todos los mexicanos de qué tamaño es el peligro en el que estamos.
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