El tema de los encuestadores es clave, porque ellos, con sus encuestas, están resolviendo anticipadamente la elección a favor de los candidatos mudos
Los candidatos del oficialismo tienen que mantenerse mudos respecto de lo que piensan hacer cuando gobiernen el país que gobernarán, según los encuestadores.
Están en modo mudo y no pueden hablar, aunque estén en campaña, pero precisamente porque están en campaña periodistas y observadores podemos preguntarles lo que piensan.
Las preguntas no serán contestadas, desde luego, pero quizá encuentren algún eco en la muda intimidad de estos candidatos oficialistas respecto de lo que deberán hacer cuando gobiernen el país, como dicen que lo gobernarán los encuestadores.
El tema de los encuestadores es clave, porque ellos, con sus encuestas, están resolviendo anticipadamente la elección a favor de los candidatos mudos.
Por eso deberían ser los primeros obligados en preguntar qué esperan sus encuestados de los candidatos mudos del oficialismo.
Periodistas y observadores estamos obligados a preguntar algunas cosas a los candidatos oficialistas. Por ejemplo, estas: ¿Tiene usted Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López, algo que ofrecerle al país distinto de lo que vemos, distinto de lo que dice y hace el Presidente? ¿Conservaría usted la política de “abrazos, no balazos” frente al crimen organizado?
¿Seguiría adelante con la militarización de la seguridad pública? ¿Seguiría entregando al Ejército sectores clave del gobierno civil, como las aduanas, los puertos, los aeropuertos, la obra pública? ¿Qué haría para que hubiera crecimiento económico? ¿Qué haría con la promesa de terminar con la corrupción? ¿Mantendría la política energética de preferencia a las energías fósiles? ¿Seguiría financiando la deuda de Pemex y las pérdidas de la CFE? ¿Seguiría construyendo refinerías, trenes y aeropuertos que no sirven? ¿Seguiría subsidiando las gasolinas con 400 mil millones de pesos al año?
¿Mantendría como gobierno la certeza de que los feminicidios se deben al neoliberalismo y de que el feminismo es una invención conservadora? ¿Mantendría la política de cero impuestos y cero deuda? ¿Mantendría la política educativa sin evaluación? ¿Seguiría reduciendo los presupuestos de la educación superior y de la ciencia?
¿Mantendría la política de salud que ha dejado sin protección a millones de mexicanos? ¿Seguiría el tránsito iniciado de la “austeridad republicana” a la “pobreza franciscana”?
Preguntas para candidatos mudos, pero preguntas al fin.
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