Muñoz Ledo es conciso y contundente al momento de interpretar la actual coyuntura
* El decano político supera en IQ a varios ‘brillantes morenistas’ juntos
* La llegada de Leticia Ramírez a la SEP es pan con lo mismo
* Enrique Vargas está para senador, no para gobernador
MIRADA DE LARGO ALCANCE.- Porfirio Muñoz Ledo no tiene pelos en la lengua. Al decano de los políticos mexicanos jamás le ha importado quedar bien con nadie. Por eso hace y dice lo que le viene en gana. Y esa es la razón por la cual muchos deberían poner atención cuando habla, pues cuando lo hace es para poner el dedo en la llaga. Su lucidez y capacidad de análisis no las tiene cualquera, mucho menos en estos tiempos donde la gran mayoría sólo abre la boca para adular. En estos momentos la situación en el país es sumamente delicada y desde su trinchera, la Fundación Nueva República, advierte que desde Palacio Nacional existe el firme propósito de militarizar al país y que el Presidente Andrés López Obrador está violando flagrantemente la Constitución al pretender incorporar a la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y así entregar a las Fuerzas Armadas el control del aparato del Estado. Y no, no se trata de una especulación, es un señalamiento atingente y asertivo de un personaje que, nos guste o no, se las sabe de todas-todas al momento de hacer lecturas políticas. Muñoz Ledo es conciso y contundente al momento de interpretar la actual coyuntura, pues la apuesta del Presidente de la República, con el traslado de la GN a la SEDENA, es forzar un estado de excepción en México para el último año de su mandato presidencial y eso él lo interpreta como una intención manifiesta del tabasqueño por extender su mandato más allá del 2024, lo que violentaría el Estado de derecho y la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pues le estaría dando la categoría de legal a lo ilegal. Y la réplica de quienes se sintieron aludidos con las palabras de don Porfirio no se hicieron esperar, pues rápidamente salieron a atacarlo con el ridículo argumento de que el señor “ya está viejo”, “ya está chocheando” o “ya está delirando”, cuando la realidad es que si él tuviera 100, 200 o 300 años su capacidad de análisis e interpretación siempre va a estar a un millón de años luz de distancia de muchos morenistas que se atreven a criticarlo y a burlarse de él. Por eso, su llamado a restaurar la República no debe ser desestimado por nadie.
MISMO INFIERNO, DISTINTO DIABLO.- Pues sí, al final Andrés López Obrador rompió la quiniela con la designación de Leticia Ramírez Anaya como nueva titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), en sustitución de la impresentable Delfina Gómez Álvarez, a quien como premio por su corrupción ya se le envió al Estado de México para empezar a hacer campaña anticipada de cara a la elección del año próximo. Sin embargo, con este nombramiento, el Presidente no rompe con la inercia negativa al interior de esta importantísima dependencia que seguirá a la deriva hasta que alguien entienda que un país jamás podrá enquistarse en dinámicas de progreso y desarrollo mientras sus niños y adolescentes sean educados bajo esquemas caducos. Y, hablando en particular de la señora Ramírez Anaya, a quien el Presidente presentó como maestra de aula, sólo hay que decir que la otrora directora de Atención Ciudadana del Gobierno Federal tiene poco más de 25 años alejada de la docencia y su gran mérito para llegar al despacho de Argentina 28 es que ha sido una incondicional de López Obrador desde hace muchísimo tiempo. Y la orden presidencial para ella es clara y contundente: Seguir con la línea que inició Esteban Moctezuma (quien ahora funge como embajador de México en Estados Unidos) y que doña Delfina siguió al pie de la letra, por lo que este sexenio concluiremos, como en otros rubros, sin proyecto ni avances, con abandono escolar, rezago educativo, pérdida de aprendizajes y el adoctrinamiento cuatrotero que tanto se aplaude desde Palacio Nacional. Y por si esto fuera poco, habrá qué esperar en qué acaba la más reciente ocurrencia cortesía de doña Delfina, de eliminar los grados es preescolar, primaria y secundaria.
AJUSTAR EL PERISCOPIO.- Si bien es cierto que el diputado local panista Enrique Vargas del Villar cosechó un estupendo capital político tras sus dos gestiones consecutivas como presidente municipal de Huixquilucan, en el Estado de México, lo que incluso lo llevó a ser calificado como el mejor alcalde del país en su momento; también es muy cierto que para ganar la elección a gobernador mexiquense del año próximo se requiere de muchos otros factores para alzarse con victoria en lo que es considerado el mercado electoral más importante del país. Recientemente, Vargas del Villar ha comentado en varias entrevistas con los medios que en alianza o en solitario él podría ganar la elección del Edomex. Sin embargo, para concretar esa aspiración sí o sí requiere de muchísimo trabajo en áreas muy personales que son elementales, primero, para granjearse la simpatía del electorado y, después, para ganarse el sufragio en las urnas. A Enrique le faltan carisma, sencillez y humildad. Por eso, lo más recomendable para su futuro político es que plante muy bien sus pies sobre la tierra, se ponga a trabajar para ganar una senaduría en el 2024 y, entonces, ahora sí, dentro de seis años, irse con todo por la gubernatura del Estado de México.
DE ROCKSTAR A STANDUPERO.- El martes es el día que le corresponde a Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud del Gobierno Federal, para brillar desde la conferencia mañanera de Palacio Nacional. Esta vez señaló que los consultorios de las farmacias son un gran engaño. Lo dijo mientras se mordía y le sangraba la lengua…
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