López-Gatell se encargó de dar el parte médico sobre la “muy, muy querida” secretaria de Función Pública: “está en perfectas condiciones… Su familia, muy querida, también… ninguno fue infectado por el SARS-CoV-2”
“¿No quieres que yo te responda?”, soltó el presidente Andrés Manuel López Obrador. Abierta la sesión de preguntas y respuestas en la conferencia mañanera, casi en automático vino el cuestionamiento sobre el estado de salud de la secretaria Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, en cuarentena desde hace ocho días, luego de dar positivo en la prueba de Covid-19.
El reportero Juan Hernández, de Diario Basta!/Grupo Cantón, había requerido información al secretario de Salud, Jorge Carlos Alcocer, o al subsecretario Hugo López-Gatell sobre el cerco sanitario que habría sido impuesto a otros altos funcionarios de la Cuarta Transformación que interactuaron con la titular de la Función Pública entre el 15 y el 20 de abril, cuando fue diagnosticada.
El planteamiento era oportuno, más que morboso: en ese periodo, Sandoval Ballesteros convivió con su familia, interactuó con su equipo de colaboradores, participó en una reunión en el búnker (la sala de situación de emergencias de Palacio Nacional) y sostuvo encuentros con sus homólogos de Cultura, Alejandra Frausto, y de Hacienda, Arturo Herrera. Y había trascendido que “más de uno” de los involucrados había acudido a revisiones médicas.
López-Gatell se encargó de dar el parte médico sobre la “muy, muy querida” secretaria de Función Pública: “está en perfectas condiciones… Su familia, muy querida, también… ninguno fue infectado por el SARS-CoV-2”.
Enseguida, el subsecretario rockstar calificó como una “grave violación a la ética del servicio público” la filtración que precipitó la información del primer caso de Covid-19 en el gabinete lopezobradorista.
López-Gatell inopinadamente reveló detalles de uno de los capítulos más bochornosos, en los dos meses de sus comparecencias públicas. Y es que la mañana del lunes 27, por lo menos tres medios informativos solicitaron confirmación sobre la autenticidad de un listado de pacientes sospechosos de haber contraído Covid-19 —presuntamente elaborado en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias— en el que figuraba el nombre de la secretaria Sandoval Ballesteros.
La primera consulta fue a la oficina de la titular de la Función Pública. Después, a través de mensajes de WhatsApp, altos mandos de la Secretaría de Salud y la Oficina de la Presidencia fueron emplazados a responder. Hasta el mediodía, que circuló la tarjeta informativa en la que se reportaba sobre el diagnóstico positivo, el tema no llegó a las redes sociales.
Por laboratorio, no por dictamen, fue que se diagnosticó a la funcionaria, quien debió acudir a consulta después de presentar síntomas de la enfermedad, en el fin de semana previo. Está por verse si el equipo de López-Gatell requiere a los medios informativos que revelen sus fuentes o si, motivado por las sospechas, indaga entre los profesionales de la salud que trabajan en el instituto al que la secretaria y sus colaboradores acudieron a realizarse la prueba. ¿Y si fue un “ciudadano alertador interno”?
“Se filtró la tabla de datos de las personas involucradas con sus nombres y eso es una grave violación”, censuró ayer López-Gatell. “Sin duda, cuando investiguemos quién fue quien filtró, tendrá una sanción muy importante”, prometió.
Efectos secundarios
DILACIONES. Litigantes de Ahome, Sinaloa, reportaron a finales del año pasado una peculiaridad sobre el Juzgado Sexto de Distrito, con sede en esa demarcación: un “muy elevado número de impedimentos”. En conocimiento del asunto, la Federación estatal de Colegios y Asociaciones de Abogados de Sinaloa contabilizó 62 trámites de esa índole, el récord nacional. “Otros juzgados que tienen altas estadísticas en este rubro son por los amparos interpuestos contra la Ley de Remuneraciones”, establece una carta remitida por el presidente de ese organismo, Francisco Javier Villarreal Gastélum, al Consejo de la Judicatura Federal. Pidieron la readscripción del juez Óscar Alejandro Zúñiga Vidales.
PRESIONES. Las misiones médicas de Cuba han pasado por Brasil, Bolivia, Ecuador y Venezuela con más pena que gloria. A México han llegado dos contingentes, reclutados por el gobierno de Claudia Sheinbaum. El Departamento de Estado de Estados Unidos alertó a los países anfitriones sobre algunas de las preocupaciones que rodean al controvertido programa cubano y exigió que hagan públicos los términos de esos arreglos para la asistencia médica.
PREPARATIVOS. Por la contingencia sanitaria, los 128 senadores no regresarán a sus escaños para la sesión final del segundo periodo ordinario de sesiones, del segundo año de la LXIV Legislatura del Congreso de la Unión. Mañana, a primera hora, la presidenta de la Cámara alta, Mónica Fernández Balboa, suscribirá la declaratoria de clausura, con lo que dará cumplimiento al requisito legal. Los diputados y senadores seleccionados para participar en la Comisión Permanente están citados a la 1 de la tarde a la sesión protocolaria de instalación en el Palacio Legislativo de San Lázaro. Allí resolverán sobre la convocatoria al primer periodo extraordinario de esta legislatura, que tendría como primer tema la aprobación de la iniciativa presidencial para reformar la Ley de Responsabilidad Hacendaria y reconducir el presupuesto 2020.
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