De cuatro puntos de la Ciudad de México, cuatro marchas con quizá mil 500 personas en total confluyeron ayer frente al Hemiciclo a Juárez para recordar que hace ocho meses desaparecieron (nadie ha contradicho la verdad histórica del múltiple asesinato) los 43 normalistas rurales, y todo indica que mes a mes o día con día, … Continued
De cuatro puntos de la Ciudad de México, cuatro marchas con quizá mil 500 personas en total confluyeron ayer frente al Hemiciclo a Juárez para recordar que hace ocho meses desaparecieron (nadie ha contradicho la verdad histórica del múltiple asesinato) los 43 normalistas rurales, y todo indica que mes a mes o día con día, dentro y fuera del país, continuará deshonrándose la memoria de aquellos jóvenes cuya mejor oportunidad de trabajo digno y seguro era formarse como profesores.
¿Por qué “deshonrándose la memoria”?: porque el crimen sigue usándose de pretexto para causas por completo ajenas a la búsqueda de justicia.
Los vividores de la aflicción ajena explotan el respetable dolor de los deudos para fines tan diversos como insistir en una contrarreforma educativa (para la conservación de privilegios por parte de quienes mantienen a sus alumnos en los peores índices de aprovechamiento escolar) y, en la oportuna coyuntura, intentar sabotear las elecciones del 7 de junio.
Buscan un estado de barbarie, donde las turbas puedan hasta quemar a modestos policías con absoluta impunidad…
Minuto a minuto
